“El corazón del ser humano cada día es mucho más delicado. Ese corazón se llena cada día más de callos, de cicatrices, se va haciendo más de piedra. Estamos más imposibilitados de ver unos ojos que gritan por ayuda. Ahí está el epicentro de todo lo que está mal en este mundo”, afirmó el mexicano Daniel Habif, quien es considerado uno de los más importantes conferencistas de habla hispana.
En una conversación con el director de LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, el orador compartió su parecer en torno a las necesidades del mundo en estos tiempos al percatarse del quebranto que padece la sociedad, que destila “odio”.
Carencia de amor
Habif, quien ha compartido escenario con iconos de liderazgo como el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, precisó que las generaciones de hoy no han recibido una “dosis masiva de amor”, por lo que están carentes de ese sentimiento universal.
“Tenemos generaciones que no han recibido una dosis masiva de amor y cuando estás carente de ese amor sales a buscarlo o demandarlo, porque sin el amor hay un sentido de insignificancia… hay una falta de pertenencia al sentido de la humanidad”, expresó.
El escritor de “Las trampas del miedo”, publicado en octubre de 2021, dijo, además, que la gente trata a Dios como un veneno, convirtiendo su código moral en un juego.
“Hemos convertido su código moral en un juego… el ser humano necesita apegarse a un código superior que le otorgue una identidad de humanidad, porque el ser humano actúa cada día con menos humanidad y el reto que tenemos delante hoy en día en un mundo con máquinas es actuar como seres humanos”, dijo.
El también actor destacó que la única superioridad que tiene el ser humano se encuentra en su compasión, amor, empatía, perdón, piedad y apela a “aquello que nos hace ser humanos”.
Aseguró que la compasión es la base donde se deberían colocar todas las virtudes de un individuo.
Habif presentará mañana su conferencia “Ruge Tour”, en la sala principal del Teatro Nacional, a las 8:30 de la noche.
PUNTOS CLAVE
Enfoque.
“Lo que yo planteo son caminos, rutas. Ruge no es rugir de estoy herido, ni de violencia, es rugir desde la valentía, fortaleza, firmeza… es avanzar a pesar de todos los retos o muros delante”, indica el escritor.