Dos osos panda gigantes procedentes de China aterrizaron este martes en Washington para dirigirse al Zoológico Nacional de la capital estadounidense tras un acuerdo entre las autoridades de las dos superpotencias.
Bao Li y Qing Bao, cuyos nombres significan «vigor precioso» y «tesoro verde», respectivamente, llegan a Washington como parte de un nuevo acuerdo de 10 años con las autoridades chinas y son los primeros osos pandas que Pekín envía a la capital estadounidense en 24 años.
Los dos osos, ambos de tres años, llegan a Estados Unidos casi un año después de que el zoológico de Washington devolviese al país asiático los tres panda que tenía.
Los préstamos de pandas que China hace a otros países estipulan que las crías deben regresar al gigante asiático cuando cumplen entre dos y cuatro años, y los adultos una vez que alcanzan la vejez.
La noticia despertó cierta sorpresa entre los aficionados estadounidenses, ya que algunos temían que esta retirada fuese parte de una estrategia de Pekín para llevarse a los osos en un contexto de crecientes tensiones entre ambas naciones, ya que en los últimos años, otros pandas, como los de los zoológicos de San Diego, Memphis y Atlanta, también volvieron a China.
Los animales viajaron en un avión carga Boeing 777 de FedEx, apodado ‘Panda Express’, que partió en la madrugada del martes hora local y tocó suelo en el Aeropuerto Internacional Washington Dulles a las 9:53 horas (13:53 GMT).
Dos camiones de la misma compañía están llevando a los pandas desde la terminal a su nuevo hogar, un trayecto retransmitido en directo por algunas televisiones locales.
El zoológico no desveló los planes del viaje con anterioridad por motivos de seguridad, pero la Asociación para la Conservación de la Vida Silvestre sí que informó que los pandas viajaban acompañados de veterinarios y disponían de comida, agua y medicamentos.
Aún no está claro cuándo podrán mostrarse al público en el zoológico de Washington, ya que deberán someterse a un periodo prolongado de cuarentena y aclimatación antes de su presentación oficial.
China inició la llamada «diplomacia de los pandas» a finales de los años 50, aunque no fue hasta 1972 cuando los primeros ejemplares fueron regalados a Estados Unidos tras una visita a Pekín del entonces presidente Richard Nixon.
Por su parte, Pekín aseguró que la cooperación en materia de conservación de osos panda «mejorará la amistad» entre ambos países.
La portavoz de la Cancillería china Mao Ning declaró que Pekín y Washington, «de acuerdo con los requisitos y las normas técnicas de la cooperación internacional para la conservación de los pandas gigantes», hacen «todo lo posible para garantizar la salud y la seguridad» de estos animales.
Sin embargo, el diario The New York Times publicó hoy una investigación, con motivo de la llegada de los animales, en la que asegura que las autoridades chinas y los zoológicos estadounidenses «han maquillado de color de rosa» un programa que a menudo «ha fracasado» en cumplir con sus objetivos.
El programa del panda se creó para salvar a una especie en peligro de extinción en colaboración con algunos zoológicos con el acuerdo de que China algún día liberaría a los pandas en la naturaleza, en cambio, según publica The Times, «China ha retirado de la naturaleza más panda de los que ha liberado».
«Nunca se ha liberado a ningún cachorro nacido en zoológicos estadounidenses o europeos, ni a sus crías», explicó el diario tras una investigación basada en «más de 10.000 páginas de documentos, fotografías y videos».