Entre las administraciones de Estados Unidos y México han logrado detener la llegada masiva de migrantes en busca de asilo a la frontera común, según ha constatado EFE y cuentan los propios migrantes y activistas humanitarios.
De un río imparable de gente se redujo a números prácticamente nulos debido a las medidas disuasivas del Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, con ayuda de México, lo que ha echado por tierra la retórica republicana de una crisis en la línea divisoria.
«Ahora por lo general llegan muy pocas personas que, en su mayoría, desconocen que se usa una aplicación (de móvil) para hacer una cita, y lograr una entrevista para solicitar asilo«, dijo a EFE Pedro Ríos, director del Comité de Servicios de los Amigos Americanos.
El comité es el único grupo que ha mantenido constante la ayuda a los migrantes que llegan a una zona entre dos muros fronterizos paralelos en Jacumba, (California, EE.UU.), que en mayo pasado se convirtió en el lugar por donde más migrantes ingresaban de forma irregular en la frontera suroeste del país.