«Todos los caminos de la libertad reproductiva pasan por Michigan», afirma una conocida activista en ese estado clave en las elecciones de medio mandato de EE.UU. del próximo martes, donde la gobernadora, la demócrata Gretchen Whitmer, ha hecho suya la defensa del aborto con una estrategia que, de ser exitosa, puede inspirar a otras partes del país.
Si hay algo de lo que se habla en Michigan estos días es de derechos reproductivos, en un momento en que, según las encuestas, la inflación es la preocupación número 1 de los votantes y queda por ver si los demócratas lograrán sacar rédito electoral de la indignación desatada en junio pasado por el fallo del Tribunal Supremo que anuló la protección federal al aborto.
De hecho, el énfasis en hablar del aborto está siendo desigual por parte de los candidatos progresistas en los diferentes estados, aunque en Michigan está marcando la carrera por el puesto de gobernadora, donde Whitmer se presenta a la reelección frente a la republicana Tudor Dixon, apoyada por el expresidente Donald Trump.
En paralelo, Michigan votará el martes sobre una iniciativa, la Propuesta 3, para incluir el derecho al aborto en la Constitución estatal de tal manera que quedaría blindado frente a futuros intentos conservadores de eliminarlo.
Todo ello para evitar que en este estado, donde a día de hoy es legal abortar, entre en vigor una ley de 1931 que lo prohibiría completamente, salvo en caso de que esté en peligro la vida de la madre.
A preguntas de una periodista sobre por qué este énfasis en el aborto que no se esta viendo en otros estados, Whitmer responde que Michigan ha estado a favor del derecho a decidir de la mujer durante 49 años, pero que ahora está en riesgo de que sea revertido por una ley de hace 91 años que lo puede convertir en un delito.
«Quiero decir que esto es tan extremo», opina durante un acto electoral en un parque de Lansing, la capital de Michigan.
Es el último fin de semana antes de los comicios. Whitmer y Planned Parenthood, la mayor red de clínicas de salud sexual y reproductiva de EE.UU., han aunado fuerzas para dar un último impulso a su causa.
«Gretchen Whitmer ha sido una defensora tan increíble del derecho al aborto desde que (la sentencia) Roe contra Wade fuera revocado. Había una ley de 1931 sobre el papel, la gobernadora presentó un pleito para impedir que esa prohibición entrara en vigor, y ha hecho todo lo posible», explica en declaraciones a EFE la presidenta de Planned Parenthood, Alexis McGill Johnson.
Son las mujeres quienes están liderando la defensa de ese derecho en EE.UU. desde que el Tribunal Supremo anulara en junio pasado la sentencia de 1973 en el caso Roe contra Wade que legalizó el aborto en el país y en Michigan queda patente este liderazgo femenino.
La jornada comienza en Lansing, donde la gobernadora, junto a otros políticos demócratas y activistas como Johnson, acude para verse con voluntarios que recorren la ciudad puerta a puerta para promover el voto.
El día es lluvioso y los voluntarios se refugian en el único espacio techado en el parque, donde finalmente se celebra el acto.
Aborto, derechos reproductivos, derecho a decidir… Es el mantra de los oradores en este evento.
Jaleada por los suyos, Whitmer inicia su discurso con una broma en referencia a cómo la llama Trump: «Esa mujer de Michigan».
Durante la pandemia, la gobernadora se convirtió en uno de los blancos favoritos del ahora exmandatario por las medidas que adoptó para evitar la expansión de la covid, e incluso acabó siendo objetivo de un plan de un grupo de ultraderecha para secuestrarla y asesinarla, que las autoridades terminaron desarticulando, con varios detenidos.
De Lansing, la comitiva electoral va a Grand Rapids y de allí al gran acto del día en el Museo de Historia Afroamericana Charles H. Wright, en Detroit, donde ante una multitud de simpatizantes Whitmer menciona esas amenazas y cuenta que cuando la gente le pregunta por qué continúa, ella contesta que son tiempos duros «para gente dura» y que sigue porque «le importa» lo que pasa en su estado.
El mitin en Detroit destila un sentido de trascendencia, de ir más allá de este estado. «Que nos escuchen en Washington DC», afirma por su parte Johnson en su intervención en este mitin.
En declaraciones a EFE, Mini Timmaraju, presidenta de la organización Naral, que defiende el derecho al aborto, indica que por su composición, complejidad y sus líderes lo que se decida el martes en Michigan va a tener un impacto en otros lugares de EE.UU.
«Si eres realmente agresivo, al tiempo que auténtico, y cumples con los ciudadanos en temas fundamentales como la democracia, la libertad reproductiva, la economía… es como vas a ganar y luchar por la libertad frente a los extremistas que están intentando destruir el país», alerta.
En ese sentido, pone el ejemplo de Whitmer para ilustrar que «todos los caminos de la libertad reproductiva pasan por Michigan», ya que si hay una victoria de la Propuesta 3 y de los candidatos que defienden el derecho al aborto, «va a suponer un patrón» para los demócratas en la estrategia de recuperar este derecho perdido en otras partes del país, bajo control republicano.