El Cacique de Higüey, como también era conocido, no imaginó que a su corta edad, entre los 10 o 12 años, empezaría a trabajar. Ni que con el paso de los años se convertiría en un reconocido empresario y político que contaba con el apoyo de la provincia que estuvo presente en su crecimiento y trayectoria.
El fallecido exsenador nació en la comunidad El Bonao, de Higüey, era hijo de Luis Aristy y Olivia Castro, quienes se separaron cuando él tenía al menos 3 o 4 años, según dijo en una entrevista realizada en “Énfasis con Iván Ruíz”, donde habló sobre su vida, y logros a través del tiempo.
“Fui limpiabotas, conseguí un trabajo en la ganadería, luego me voy al Banco Popular como mensajero y terminé como contador interino, después me suspendieron”, aseguró.
Compró su primera empresa, una estación de combustible, en el 1973 cuando “no soñaba con ser político”. Adquirió un terreno frente a ella y puso un «dealer» de vehículos, trabajando con Santo Domingo Motors y otras compañías.
“Yo me iba a las 3:00 de la mañana con 10 choferes a buscar vehículos, se los dejaba en la marquesina a las personas y les decía: me lo pagan después”.
Lo “entusiasmaba la política”, iniciando en ella en 1978, con Balaguer en el poder, luego se postuló por primera vez para diputado en 1982. En 1986 aspiró nuevamente y su provincia, La Altagracia, le da una “segunda oportunidad” como diputado en el Congreso Nacional. También fue candidato presidencial por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en el año 2008.
Asimismo, el expolítico era “aventurero”, le gustaba montar “jet ski”, patineta y motocicleta.
“Tenía un motor Yamaha 100, me le acostaba en el asiento y me ponía también los pies en el timón”, recordó.
Estuvo alrededor de 50 años con su esposa, Andrea Cedeño, con quien contrajo matrimonio y tuvieron cuatro hijos.
Después de estar en cuidados intensivos, tuvo una nueva visión de vida.
“Pensé más en mi familia, en hacer el bien sin mirar a quién, en la humildad. El dinero no vale nada, ayuda a la gente”, expresó.
Amistad con políticos
En la entrevista realizada, Aristy Castro aseguró tener una amistad con Balaguer, quien se convirtió en su “mentor y guía”; con Luis Abinader, quien “le ofreció la candidatura a la sindicatura y senaduría” en su momento de aspiración, pero “no aceptó por sus principios”; también con Hipólito Mejía y Danilo Medina.
“Fui el primero en juramentar a Balaguer en 1994 y a Leonel Fernández en el 1996”. También aseguró que no tenía enemigos y trataba de aprender de cada experiencia.
“La política es dinámica y circunstancial, los amigos de hoy se pueden convertir en los adversarios de mañana”, expresó.