El Comité de Descolonización de la ONU volvió a pedir ayer jueves a Estados Unidos que promueva un proceso que permita al pueblo puertorriqueño ejercer su derecho a la libre determinación y la independencia.
Lo hizo en una resolución aprobada por consenso y similar a los textos que se vienen adoptando año tras año en este órgano de Naciones Unidas desde 1972.
En el documento, el Comité de Descolonización subraya que Puerto Rico debe poder, «de manera soberana, tomar decisiones para atender sus urgentes necesidades económicas y sociales, incluidos el desempleo, la marginación, la insolvencia y la pobreza, y los problemas relativos a la educación y la salud».
Según apunta, todos ellos «se han agravado por el azote de los huracanes Irma y María, los terremotos que afectaron a la parte suroeste de Puerto Rico y la pandemia».
El texto señala también que «las medidas de austeridad» impuestas en la isla «son la causa de la situación social y económica que vive el pueblo de Puerto Rico» y han llevado a «privatizar servicios esenciales, tales como la energía eléctrica, lo cual ha ocasionado un incremento del costo de la vida en una economía ya de por sí precaria».
La resolución -impulsada por Bolivia, Cuba, Rusia, Nicaragua, Siria y Venezuela- también «hace notar el amplio apoyo a la independencia de Puerto Rico demostrado por personalidades, Gobiernos y fuerzas políticas de América Latina y el Caribe».
INDEPENDENCIA O ESTADIDAD
Ese respaldo se escuchó repetidamente durante una larga audiencia celebrada este jueves, en la que sin embargo también hubo voces partidarias de que Puerto Rico pueda sumarse a EE.UU. como su estado número 51.
Entre las segundas destacó la del secretario de Estado de Puerto Rico, Omar Marrero, quien argumentó que «una clara mayoría de los votantes» en la isla han expresado en muchas ocasiones su deseo de formar parte de la Unión y que ahora corresponde al Congreso estadounidense resolver el problema del estatus.
El año pasado la Cámara Baja de EE.UU. aprobó un proyecto de ley para que Puerto Rico pueda celebrar un referéndum vinculante sobre su estatus para decidir entre la independencia, la «estadidad» o una soberanía en libre asociación.
Sin embargo, al renovarse el Congreso tras los últimos comicios, el proceso legislativo ha vuelto a empezar de nuevo y se ha encontrado con resistencia entre los republicanos, que ahora tienen la mayoría en la Cámara de Representantes.
Marrero, en un discurso en inglés, consideró que es hora de que EE.UU. autorice esa consulta y de que se reconozcan «las aspiraciones» de los puertorriqueños que desean la «estadidad».
Mientras, una mayoría de los políticos y representantes de distintas organizaciones -muchas de la diáspora en EE.UU.- que tomaron la palabra lo hicieron para defender la independencia y para denunciar los graves problemas económicos y sociales que se viven en la isla.