Mientras los niños visten los colores de un gigante brasileño, sus padres graban, sonríen y aplauden. No son simples espectadores: son protagonistas de un sueño compartido.
Cientos de tutores viven una experiencia inolvidable durante el Campamento Internacional que imparte el Fluminense Fútbol Club, en colaboración con el Garrincha FC, esta semana en el campo del Parque Mirador del Este.
Unos 115 niños, divididos en cinco categorías, entrenan, aprenden y disfrutan del “fútbol calle” y de la metodología del equipo que conquistó la Copa Libertadores en 2023.
“Esto es un sueño para todos, tanto para mi hijo como para cada miembro de la familia. Mi hijo se despierta antes de que suene la alarma y, antes de asearse, ya tiene puesta la ropa del campamento”, cuenta Sara Liao, madre de Paulo Andrés, quien lleva más de cinco años en el Garrincha y “es siempre de los primeros en llegar”.
Las prácticas se organizan en tres grupos matutinos y dos vespertinos. Participan entrenadores brasileños como André Madeiros, coordinador técnico del Fluminense, y Enrique Angulo, coach principal del Garrincha.
Los entrenamientos abordan aspectos clave como el control del balón, disparos desde distintas distancias, protección ante impactos y prevención de lesiones. También se trabaja en remates al arco, precisión en los pases, análisis físico-táctico y adaptación al ritmo del partido. Además, se enfocan en duelos uno contra uno, calentamientos efectivos, transiciones ofensivas y defensivas, así como en la comprensión y lectura del juego.
“Es una experiencia muy enriquecedora. Tener entrenadores de este nivel no tiene precio, por lo que enseñan. Durante la práctica del lunes, nos dijeron que encontraron a los niños en un nivel superior al que habían visto en otros campamentos, lo cual dinamiza mucho los ejercicios”, afirmó el coach Angulo.
Historia
El Garrincha FC fue creado en 2012, pero obtuvo formalidad como club infantil poco después de la pandemia. La iniciativa surgió de Enrique, quien tuvo la visión de fundar una institución dedicada al deporte y la formación integral.
“Aquí todos somos una gran familia. Padres, niños y entrenadores vamos en la misma dirección: que nuestros hijos crezcan en todos los sentidos. Este campamento es la cereza del pastel”, expresó Pedro Álvarez, padre de Samuel, de 14 años.
Pedro relató que, hace apenas cuatro años, Samuel sufrió una lesión que pudo haberlo sacado del fútbol por siempre. Incluso, aseguró que temían por la salud de su hijo.
“Él sufrió una lesión grave en la rodilla, pero cada uno de sus profesores, su familia y gallardía lo tienen donde está, un gran jugador y un ejemplo para muchos de sus compañeros”, expresó con la voz entrecortada.
El apoyo
Cándida Mejía, presidenta de la empresa Lanco, principal patrocinadora del campamento, aprovechó para reafirmar el compromiso de la compañía con el deporte juvenil.
“Cuando tenemos niños involucrados en el deporte, estamos formando hombres de bien para el mañana. Esa es la razón principal por la que apoyamos el fútbol y este tipo de iniciativas”, manifestó Mejía.