El pie diabético es una complicación crónica de la diabetes, y a su vez del descontrol metabólico por la hiperglucemia sostenida (azúcar o glucosa alta en la sangre). Esa definición la proporciona el doctor Pedro Luis Mena, director de la Unidad de Pie Diabético del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades (Cemdoe), quien además resalta que las amputaciones son la última opción de tratamiento a considerar.
Sin embargo, él admite que, en algunas situaciones es inevitable porque hay que elegir entre la amputación y la vida.
«Y el objetivo siempre es el de salvaguardar la vida del paciente, es nuestro deber realizar una buena valoración del compromiso del estado general del paciente, existencia de gangrena y/o sepsis. Todos los profesionales de pie diabético debemos velar por ofrecer un tratamiento y seguimiento enfocado en el salvamento de la extremidad, siempre priorizando la integridad de nuestros pacientes», indica Mena.
El especialista trata el tema a propósito de los resultados de diversos estudios científicos que han estimado que, de las complicaciones crónicas de la diabetes, la ulceración y la amputación del pie son las más prevenibles, estimándose que un 50% de estas podrían evitarse mediante la educación sanitaria orientada al autocuidado de los pacientes y la prevención oportuna.
Cada año, en República Dominicana se registran 30,000 casos de personas con úlceras en extremidades inferiores por causa de la diabetes y se realizan alrededor de 5,000 amputaciones de pie. El galeno asegura que la principal causa de hospitalización de pacientes que viven con esta condición son las infecciones. Evitarlas es un trabajo en conjunto y requiere el compromiso del paciente, cuidador y su médico (atención integral), para prevenir estas amputaciones que pondrían en riesgo su calidad de vida.
La prevención es importante
Esta condición puede ser evitada con “un control óptimo de los niveles de glucosa, acudir a consulta de pie preventivo desde el momento del diagnóstico de la condición, y al menos 1 vez al año, para determinar los factores de riesgo de ulceración a través de evaluación neurológica, vascular y deformidades óseas”, dice Mena, quien es máster en el diagnóstico y tratamiento de pie diabético, egresado de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Destaca la importancia de la educación y el autocuidado diario de los pies. Además, señala que para el abordaje integral del paciente es necesario identificar oportunamente alteraciones biomecánicas y el análisis de la pisada para evitar las ulceraciones relacionadas a trastornos de la marcha, principalmente realizando descargas y/o plantillas específicas que disminuyan los puntos de presión en el pie evitando hiperqueratosis y/o callosidades que en un futuro pueden ocasionar una úlcera.
Principales factores de riesgo
Dentro de los principales factores de riesgo para desarrollar un pie diabético se encuentran:
• Descontrol metabólico
• Neuropatía diabética (daño en los nervios de los pies)
• Arteriopatía diabética (daño en las arterias de los pies)
• Alteraciones biomecánicas y ortopodológicas (defectos óseos en miembros inferiores)
• Calzado inadecuado
• Cuerpo extraño en el calzado (objetos en el interior)
• Caídas o accidentes
• Presencia de otras complicaciones crónicas (retinopatía, nefropatía diabética)
• Úlcera previa y/o amputación previa
• Tabaquismo
• Mala higiene de los pies