En las cárceles dominicanas no hay impedimento para que los internos tomen clases escolares. Incluso si no tienen actas de nacimiento, al momento de su apresamiento, se les permite iniciar y luego se gestiona la documentación.
Adquirir la educación básica o secundaria en estos centros es flexible. Aunque el año escolar se inicia en el último cuatrimestre del año, hay casos en que si el interno quiere inscribirse en otro momento, se le permite.
“Si son trasladados por una razón u otra, ese privado de libertad se va con su código educativo y se hace la transferencia sin ningún problema a la escuela del otro centro… Ellos no pierden la docencia”, explicó Frania Navarro, encargada de tratamiento de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC).
Aunque María Teresa de León Nivar, encargada de Educación de la Dirección, dijo que generalmente, si el recluso está estudiando, se evita realizar el traslado, a menos que sea por fuerza mayor.
Plan piloto de politécnico en cárcel
De acuerdo con las autoridades de la DGSPC, están trabajando en un plan piloto que se inició en la cárcel de San Pedro de Macorís, para implementar un modelo de politécnico.
“Tenemos el primer código laboral que es un plan piloto que están elaborando un politécnico, para hacerlo técnico en esa área técnica como operadores, de informática, o de enfermería, o de ebanistería… Es un muestreo para ver si es funcional para nosotros tener un politécnico”, dijo Navarro.

María Teresa de León Nivar y Frania Navarro ofrecen declaraciones sobre los programas educativos en las cárceles a la periodista Carolina Pichardo.LEONEL MATOS/LD
De León Nivar indicó que el departamento de Educación se encarga de gestionar los bienes, recursos y convenios a favor de la educación: como programas educativos, construcciones de aulas, mobiliarios educativos, materiales didácticos, asignación de personal docente y supervisiones de esos recursos y programas que acreditan, entre otros.
También con realizar alianzas con universidades, Infotep y las escuelas vocacionales de las Fuerzas Armadas, entre otras instituciones que apoyan a los reclusos.
Dijo que como parte del nuevo modelo, con el programa Prepara, se envían desayunos y almuerzos escolares a Najayo Mujeres, y a la cárcel de San Pedro de Macorís. Recientemente, inició en la cárcel de Rafey y pronto estará en la de Puerto Plata.
“Actualmente nuestra carga académica es superior, cada año tratamos de superarnos a nosotros mismos. De todas formas tratamos de motivar a que los preventivos, aunque no entren a programas educativos formales, sí puedan entrar a ciclos cortos, cursos técnicos que puedan culminar mientras están en esos procesos”, indicó Navarro.