Cotuí,
En la montaña de Zambrana, Cotuí, un grupo de hombres y mujeres ha instalado un campamento permanente para resistir la expansión de las operaciones de Barrick Gold. Desde hace semanas, los comunitarios se mantienen en vigilia, bloqueando el paso de la empresa minera que pretende construir una segunda presa de colas y una carretera en la cabecera del río El Naranjo, fuente vital de agua para más de 12 comunidades en la región montañosa del Cibao.
El conflicto ha movilizado a movimientos populares de San Francisco de Macorís, quienes se trasladaron a Zambrana en apoyo a los campesinos y agricultores afectados. José Mercado, vocero del Colectivo de Organizaciones Populares, expresó que la lucha no es solo de Cotuí, sino de todo el Cibao y el Noreste del país. “Si esa presa colapsa, el veneno llegará hasta Sánchez y Samaná. El río Yuna y toda la producción arrocera estarían en peligro,” advirtió.
Durante las últimas semanas, los manifestantes han denunciado la tala indiscriminada de árboles en la cabecera del río El Naranjo, lo que pone en riesgo no solo el ecosistema local, sino también la subsistencia de decenas de familias que dependen del agua para sus cultivos.
El campamento, que permanece activo día y noche, es visto por los organizadores como un símbolo de resistencia frente a lo que consideran un proyecto de muerte. “Este charco de la muerte que quiere crear la Barrick con el respaldo del gobierno no puede avanzar,” sentenció Mercado, quien llamó a toda la región del Cibao a unirse a la lucha.
Ayer, en una asamblea realizada en el local de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en San Francisco de Macorís, los líderes comunitarios y los movimientos populares discutieron las próximas acciones. Se planteó la posibilidad de organizar una gran huelga regional como preludio de una huelga nacional.
La convocatoria es clara: “Esta lucha nos perjudica a todos. Quienes estamos aquí estamos dispuestos a morir junto a los campesinos y campesinas que resisten ante la destrucción de su tierra y sus fuentes de vida,” concluyó Mercado.
La situación se mantiene tensa en Zambrana, mientras los manifestantes esperan una respuesta de las autoridades y de la empresa minera, cuyo proyecto amenaza con cambiar para siempre el curso del río El Naranjo.
Por: Yameirys Acevedo