Cuatro economistas reaccionaron a las declaraciones del también profesional de la economía Jaime Aristy Escuder, quien plantea reducir el gasto corriente para disminuir el tamaño del Estado, incluyendo unificaciones de las cámara legislativas y las direcciones de Aduanas y de Impuestos Internos, y recortar las transferencias a la UASD, entre otras medidas.
Hablaron Henri Hebrard, Luis Vargas, Luis Manuel Piantini y Antonio Ciriaco Cruz. El economista Henri Hebrard favorece una revisión y reducción de los gastos, hacer una reingeniería del Estado permitiría reducir entre 5% a 10% el actual nivel de gasto corriente.
Cita tres partidas de gastos que requieren de acciones contundentes: Las transferencias al sector eléctrico que se llevaron el año pasado RD$100.7 mil millones (solo por la parte corriente); todos los demás subsidios que se deben de revisar y centralizar bajo una sola administración y; los enormes pagos de intereses, que incluyendo los compromisos del Gobierno central con el Banco Central se llevan en 2025 cantidad de RD$333.5 mil millones, o sea, que ese valor se ha convertido por primera vez en la historia de la economía dominicana en la primera línea de gasto, superando inclusive al de Educación (RD$309.6 mil millones).
Sin reducciones en estas partidas, ninguna reforma fiscal tendría fuerza narrativa y económica para permitir la visión del presidente Luis Abinader de duplicar el tamaño de la economía en los próximos 10 a 15 años
Sostuvo que el mayor problema es que el crecimiento se ha estancado, en gran parte por el la enorme dependencia al sector construcción.
Considera necesario aumentar el gasto público de manera significativa en dos rubros básicos: En inversión en gastos de capital, para elevarla a un nivel mínimo de un 4% del PIB a corto plazo y hasta un 6% a largo plazo y, la inversión en salud, que apenas logra alcanzar el 2% del PIB cuando la Estrategia Nacional de Desarrollo contemplaba un 4.75% del PIB.
Con relación a la parte fiscal, Hebrard recuerda que sigue pendiente saber ¿cuál debe ser el nivel óptimo de déficit fiscal para un país como República Dominicana en este instante.
A primera vista, dice, el nivel del 3% tiene como ventaja que no se deteriora demasiado el peso relativo de la deuda, siempre y cuando se registre un nivel de crecimiento cerca de 5%, pero hay un problema y es que entre 2021 y 2025 el crecimiento anual promedio del PIB apenas alcanza un 3.96%.
Entiende que un nivel ideal de déficit sería entre 1.5%y 2% del PIB, que combinado con una presión fiscal para los próximos años cerca de 17%-18.0% permitiría un nivel de gastos entre 19% y 20% del PIB.
Y dentro unos 10 a 15 años, con una presión de 20 puntos del PIB más un déficit de 1.5% a 2% permitiría llevar el gasto entre 21.5% y 22%.
“La elevación de los ingresos vendrá muy principalmente de la reducción (a no menos de la mitad) de los actuales niveles de incumplimiento en los impuestos sobre la renta y el ITBIS, de la reducción a la mitad de los actuales niveles de informalidad; y de la elevación a no menos de 6% del nuevo crecimiento potencial de la economía”, indicó al agregar que para esto se requerirá de una reforma fiscal y no solo tributaria, sino también “holística”, que abarque el Gobierno central y los activos y pasivos del Estado.
Para Luis Manuel Piantini, la política monetaria no la hacen los gobernadores de los bancos centrales, sino la Junta Monetaria”, y la actual la Junta Monetaria tiene una tendencia desarrollista, dice.
Piantini respalda la idea de unificar instituciones que no tengan sentido, para reducir el gasto y aumentar la disponibilidad para inversión pública. Sostuvo que es necesario atacar el mercado informal y crear un impuesto única baja para sectores no formalizados y elevar la cantidad de contribuyentes y que estos puedan ser parte de la seguridad social.
Aduce que es vital que se comience a “dar golpes importantes contra la evasión», para captar recursos.
Antonio Ciriaco Cruz, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FCES) de la UASD, Si bien es cierto que la calidad del gasto público debe ser un axioma de mejora permanente en las finanzas públicas, no es menos cierto, que el tamaño del «Estado dominicano» no es tan grave como en otras economías Latinoamericanas y Caribeña. El gasto público del Gobierno central y el general en República Dominicana no excede al 21% del PIB.
Cree que el gran gasto del Estado y que tiene un impacto determinante en déficit de las finanzas públicas en el país son las transferencias al sector eléctrico y el gasto en intereses de la deuda pública.
El problema de las finanzas públicas del Estado dominicano está más por el lado de la tributación y evasión, que por el tamaño del Estado.
En cambio, para Luis Vargas, las propuestas monetarias y fiscales formuladas por el reconocido economista Aristy Escuder para resolver la tendencia recesiva de la producción interna real y estructurales desequilibrios macroeconómicos nacionales no hacen más que repetir las tradicionales recetas neoliberales, en particular fondomonetaristas, ya constatadas como un rotundo fracaso en RD, otros países pobres e, inclusive, en USA bajo la actual administración federal de Trump.
“Esta visión economicista es incapaz de dar cuenta de la nueva era del capitalismo estadounidense y mundial, dirigido por élites oligárquicas, apoyadas a su vez por una confluencia de fuerzas e ideologías neoconsevadoras, nacionalalistas cristianas, tecnocráticas, populistas racistas y, en sentido general, extremo derechistas”, afirma Vargas.
El distinguido profesor de economía no entiende que el apoyo brindado al Gobierno de Trump, caracterizado por un nuevo tipo de proteccionismo comercial acompañado por la ley de la fuerza -no la fuerza de la ley-, equivale a erigir un régimen político dictatorial que desplaza a las instituciones legislativas, judiciales y las mismas ejecutivas tales como la Reserva Federal (controlada fundamentalmente por los principales bancos privados) en Estados Unidos.
Y, todavía peor, se niega reconocer que tales planteamientos y acciones estatales «trumpistas» rechazan de plano sus repetitivas fórmulas ideológicas, sin fundamento, del libre mercado como vía de logro del «desarrollo económico”.
Ciriaco refuta idea sobre la UASD
En el caso de la propuesta que hace el economista Jaime Aristy Escuder sobre el financiamiento a la UASD, Ciriaco Cruz afirma que este parte de un modelo de financiamiento de la educación por el «enfoque por el lado de demanda», que en la práctica, conlleva a problemas de equidad y acceso a la educación universitaria.
Las personas con menores recursos pueden enfrentar barreras financieras para acceder a la educación y los recursos pueden no llegar a quienes más los necesitan, lo que perpetúa las desigualdades territoriales e ignora las condiciones iniciales de desigualdades heredadas, y trata a la educación como un bien de consumo, alejando la educación como «bien público y social desde la perspectiva de un enfoque de derecho”.