Un dron estadounidense atacó el domingo a un vehículo que transportaba “múltiples terroristas suicidas” de la filial del Estado Islámico de Afganistán antes de que pudieran realizar un atentado en la evacuación militar estadounidense en curso en el aeropuerto internacional de Kabul, dijeron las autoridades. Un funcionario afgano informó que tres niños fallecieron en el incidente.
El ataque se produjo dos días antes de que venza el plazo de Estados Unidos para concluir una evacuación aérea de dos semanas de duración de más de 114.000 afganos y extranjeros y retirar a sus últimos soldados, poniendo fin a la guerra más larga en la historia de Estados Unidos con el regreso del Talibán al poder.
Un comunicado el Comando Central señaló que Estados Unidos está al tanto de los reportes de víctimas civiles y evalúa los resultados de la operación. El capitán de la Marina, William Urban, portavoz del Comando Central, dijo que subsecuentes explosiones “sustanciales y potentes” fueron el resultado de la destrucción del vehículo, lo que pudo haber causado víctimas adicionales.
El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un comunicado firmado por 100 países, así como por la OTAN y la Unión Europea, en el que señalaron que habían recibido “garantías” del Talibán de que la gente con documentos para viajar aún podrán abandonar el país. El Talibán ha dicho que permitirá los viajes normales una vez que Estados Unidos termine con su retirada el martes y tomen el control del aeropuerto.
El funcionario afgano habló bajo condición de anonimato debido a preocupaciones de seguridad. Los testigos del ataque aéreo dijeron que impactó a dos automóviles que estaban estacionados en un edificio residencial cerca del aeropuerto, provocando la muerte y heridas a varios civiles. En un principio, las autoridades habían informado otro ataque con cohetes en un edificio cercano al aeropuerto, pero resultó ser el mismo evento.
Según un alto funcionario del gobierno, el dron militar estadounidense disparó un misil Hellfire contra un vehículo en un compuesto ubicado entre dos edificios después de que se vio a individuos cargar explosivos en el portaequipaje. El funcionario señaló que hubo una explosión inicial a causa del misil, seguida de una detonación mayor, que se cree fue resultado de la gran cantidad de explosivos dentro del vehículo. Estados Unidos cree que los dos combatientes del Estado Islámico a los que iba dirigido el ataque murieron.
El funcionario señaló que aparentemente la segunda explosión provocó daños significativos en uno de los edificios cercanos al vehículo. El funcionario habló bajo condición de anonimato a fin de revelar información de la operación militar.
Dina Mohammadi dijo que algunos familiares vivían en el edificio y que varios de ellos murieron, incluidos menores. De momento no pudo proporcionar los nombres o edades de los fallecidos.
Karim, un representante del distrito, dijo que el ataque provocó un incendio que complicó las labores de rescate. “Había humo por todas partes y saqué a algunos niños y mujeres”, comentó.
Ahmaduddin, un vecino, señaló que había recuperado los cuerpos de niños después del incidente, que provocó más explosiones dentro de la vivienda. Al igual que muchos afganos, los dos hombres pidieron ser identificados por su nombre.
No había comentarios por parte de las autoridades estadounidenses luego de que se dio a conocer la muerte de civiles.
Dos funcionarios del ejército de Estados Unidos, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir operaciones militares, habían señalado anteriormente que el ataque aéreo había sido exitoso y dijeron que el vehículo impactado llevaba varios atacantes a bordo.
Previamente, el capitán de la Marina de Estados Unidos, Bill Urban, un portavoz militar, dijo que el ejército investigaba la posibilidad de víctimas civiles, pero “no tenemos indicios en este momento”.
“Estamos seguros de haber dado con el objetivo”, dijo Urban. “Varias explosiones secundarias del vehículo indicaron la presencia de una cantidad significativa de material explosivo”.
El atentado se produjo dos días después de un ataque suicida perpetrado por la filial del Estado Islámico en la nación afuera del aeropuerto, el cual provocó la muerte de por lo menos 169 afganos y 13 militares estadounidenses. El sábado, Estados Unidos realizó un ataque aéreo en otra parte del país que, según informó, dejó sin vida a dos miembros de ISIS.
El presidente Joe Biden había prometido seguir realizando los ataques aéreos, señalando el sábado que era “muy probable” que hubiera otro atentado. El Departamento de Estado señaló que la amenaza era “específica” y “creíble”.
El Talibán aumentó la seguridad en los alrededores del aeropuerto luego del atentado del jueves, desalojando a las grandes multitudes que se habían reunido afuera de la entrada con la esperanza de unirse a la evacuación aérea.
En entrevistas con programas televisivos el domingo, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos estaba trabajando con otros países para garantizar que el aeropuerto funcione con normalidad después de la retirada y para que el Talibán permita que la gente viaje libremente.
El Talibán ha dado garantías similares en los últimos días, incluso cuando ha instado a los afganos a quedarse y ayudar a reconstruir al país devastado por la guerra.