Su historia, hijos y nietos atan la vida de Vicenta de Paula al paraje El Aguacate, en La Cuaba del municipio Pedro Brand, lugar que hoy ve amenazado por los intentos de construir un relleno sanitario a menos de un kilómetro de su residencia.
“Yo soy nacida y criada de aquí, del Aguacate, tengo 76 años, aquí tengo a mi familia, tengo 8 hijos y 27 nietos y todos viven aquí, nosotros nos mantenemos trabajando, yo tengo mi conuquito sembrado de plátano, gandules, yuca; tengo gallinas”, cuenta la señora atribulado.
“Nosotros tenemos un pozo filtrante para el suministro del agua y si hacen un vertedero ahí arriba nos van a dañar los pozos filtrante, el río, la salud, todo nos lo van a dañar”, expresó convencida la septuagenaria, en rechazo a esta construcción.
Vicenta es el reflejo de decenas de familias, que como ella nacieron y han visto pasar su vida en este distrito municipal, que se sustenta especialmente de la agricultura, ganadería y ha registrado en los últimos años un aumento ecoturístico significativo por su rica vegetación y afluentes.
El relleno sanitario se construiría en la calle principal de El Aguacate, en un terreno que tiene 1,500 tareas de extensión, frente a una de las granjas de Avitécnica, una empresa privada que se dedica a la crianza avícola, lo que los comunitarios denuncian estaría en conflicto por la naturaleza de ambos.
La lucha en contra de la construcción del relleno sanitario se remonta hasta 2021, año en que la empresa desarrolladora solicitó el permiso ante el Ministerio de Medio Ambiente para su instalación y, tras estudios de impacto y rechazo de la comunidad, fue negado en 2023.
Sin embargo, este año el Tribunal Superior Administrativo ante un recurso ordenó una revisión de esta decisión, dejando abierta la posibilidad de la construcción y quitándole sosiego a los comunitarios, que temen por su calidad de vida y estarían dispuestos a abandonar sus casas de materializarse lo que denominan un vertedero.
“Yo dije que si ponen ese vertedero me voy de aquí no sé para donde, yo me alojo aunque sea debajo de un puente, ese mal olor me va a mí a matar”, manifestó Vicenta, quien aspira al desarrollo de la comunidad que ahora ve crecer la tercera generación de su familia.
“Nosotros no aceptamos vertedero, nosotros aceptamos que nos hagan una escuela, que nos hagan una iglesia que la necesitamos, una zona industrial, pero no basura, nosotros no merecemos eso”, insistió.
Fabio Correa, presidente del Comité de Microcuencas del Higüero y de la Junta de Desarrollo de La Cuaba, manifestó que cuando obtuvieron el fallo a su favor, Medio Ambiente dió como opción a la empresa someter un nuevo proyecto con una distancia de al menos un kilómetro en una comunidad no mayor de 2,000 habitantes, condiciones que alega no se cumplen por la cercanía con la comunidad El Aguacate que sobrepasa está cantidad de habitantes.
En el terreno también nacen los arroyos Fermín, Jurunela, La Pana, que desembocan en el río Matua y a su vez en el río Isabela, por lo que los comunitarios alertan la contaminación del agua, que afectaría al Gran Santo Domingo.

alta prioridad
“¿Qué viene a ser esto? Una gran contaminación y una contraposición con un decreto del presidente que declara de alto interés el rescate del río Isabela y el Ozama, es una contraposición ya que lo estaríamos contaminando más con todos los lixiviados que este vertedero llevaría al subsuelo, además de que alrededor de estás comunidades no tienen agua de un acueducto, se suplen de pozos subterráneos, imagínate cuando todo esté lixiviado vaya al subsuelo”, señaló Correa.
Este decreto es el 531-25 del 11 de septiembre de 2025, emitido por el presidente Luis Abinader, que declara de alta prioridad el rescate de estos afluentes a fin de lograr su regeneración física, urbana y ambiental de terrenos ubicados en las riberas y ocupados por asentamientos humanos .
desarrollo turístico
Está comunidad que apuesta al desarrollo turístico y ecológico, poniendo ahí su crecimiento económico, como fuente de empleo para los jóvenes, ve desmayar sus esfuerzos, con estas pretensiones que acabarían con su pulmón verde.
“Nuestra economía y desarrollo actualmente se sustenta de este tipo de economía ecoturística, si nos instalan un vertedero vendría totalmente a destruir lo que es la economía y el medioambiente y un desarrollo sostenible en nuestra comunidad”, dijo Correa.
Asimismo, expresó que esto sería contrario a las intenciones de La Cuaba de consagrarse como un distrito municipal ecoturístico a través de un proyecto de ley sometido por el diputado de la circunscripción 5 de Santo Domingo, Aldo Adón.
“Es una contradicción tratar de instalar un vertedero en nuestra comunidad, no entendemos como podría haber un desarrollo ecoturístico en una zona donde se instale un vertedero, donde aquí tenemos una cantidad considerable de vacacionales y villas particulares”, agregó.
En representación, Ricardo Montero, presidente de la junta de vecinos del Vacacional Matua, dijo que este vertedero obligaría a cientos de propietarios de este vacacional a abandonar su propiedad.
«Estoy en contra del vertedero, porque está es una zona muy bella la cual nosotros hemos conservado, preservando nuestra naturaleza, nosotros no aceptamos que nos vengan a dañar este entorno, porque mayormente nosotros vivimos del turismo, yo como comerciante mi principal venta es a nivel de turismo los fines de semana, entonces nosotros no aceptamos vertedero en esta zona», dijo Genaro, quien ha levantado su colmado junto a Idalia de Díaz, su esposa.
viacrucis
Ante esta situación, la comunidad ha realizado varios esfuerzos de tener comunicación con el Ministerio de Medio Ambiente, para conocer el estatus del proceso, sin embargo denunciaron caminan un viacrucis de trabas.
Señalaron que tras una protesta escenificada el pasado 15 de septiembre en contra del vertedero, el ministro de Medio Ambiente, Paino Henríquez coordinó recibirlos en su despacho y el día de la cita, les fue cancelada.
«Ha sido un viacrucis en el intento de reunirnos con el Ministerio de Medio Ambiente, el Ministerio no da la cara, la empresa no da la cara y ellos van avanzando diciéndole a la comunidad que ellos tienen la autorización para la instalación del vertedero, ¿sobre qué base tienen la autorización? No sabemos, no sé ha hecho una vista pública, no hemos sido informados de nada y ellos no dan la cara», dijo Ricardo Montero.
Adicional a esto, denunciaron que la empresa intenta conquistar a moradores del Aguacate con dádivas y algunos comunitarios señalaron ser amenazados por sus negativas a la construcción.
protesta
Los habitantes de La Cuaba se preparan para este domingo 23 de noviembre participar en una protesta masiva, próximo a la parcela 54, donde se pretende realizar la construcción, con el propósito de dejar expresa su negativa a este proyecto.
Está protesta, cuenta con el apoyo de la iglesia evangélica en la zona, que ese día hará de las calles su templo para pedir a las autoridades que escuchen sus peticiones, según explicó el pastor Edilio de la Rosa
«Nosotros sabemos que es una persona que escucha al pueblo y tiene visión, queremos que nos proteja de ese mal que quiere llegar hacia nosotros, porque nos ha dado mucha brega levantar nuestro distrito municipal, entonces queremos que el presidente nos escuché, nosotros no aceptamos vertedero», pidió la presidenta de la Asociación de Juntas de Vecinos, Hilaria Perdomo, al presidente Luis Abinader.
Los comunitarios realizan labores de educación y concientización desde los más jóvenes hasta los más adultos, colocando vallas en las calles y yendo a escuelas y liceos a impartir charlas y folletos a los estudiantes sobre el impacto que generaría este vertedero en la zona.
Actividades productivas
Vacacionales.
En particular, el vacacional Matua cuenta con más de tres millones de metros cuadrados de extensión con 400 viviendas y 25 familias viviendo permanentes, mientras que las otras fungen como segunda vivienda y para alquiler temporal. Estos vacacionales se realizan con mano de obra cuabera y se emplean hombres y mujeres de la zona para desempeñar distintas funciones. Adicional a esto, la renta de villas crea un flujo importante de personas los fines de semanas que favorece a pequeños comerciantes, como Genero Díaz, quien tiene un colmado a 600 metros de donde se instalaría el vertedero.