La Guardia Civil detuvo en Madrid a catorce miembros, entre ellos los dirigentes, de la banda latina Blood, en una operación que duró diez meses y con la que se da por descabezado este grupo de extrema violencia en España.
En el momento de la detención los detenidos tenían todo preparado para matar a un rival mediante un plan diseñado desde Barcelona por el «suprema», el jefe de la banda, que iba a ser ejecutado por los «soldados» del «escuadrón de la muerte» -terminología empleada por esta organización- en la capital española, informaron fuentes del instituto armando español.
En los diez meses que duró la operación, la Guardia Civil desarticuló también los principales «bloques» o «sets» de la banda: el del Norte, ubicado en las provincias de Guipúzcoa, Álava y Navarra y controlado desde Irún; el de Barcelona (noreste) y el de Madrid.
Once de los detenidos, de entre 18 y 34 años, están en prisión por orden judicial, a los que hay que sumar uno de los arrestados, que ya estaba en la cárcel desde una semana antes por delitos que había cometido en un fin de semana anterior.
Aunque se asentó en España a mediados de 2002, controlada por dominicanos fundamentalmente, fue en 2009 cuando la Guardia Civil asestó el primer golpe a los Blood (sangre), también en una operación con trece detenidos. Desde entonces ha seguido investigando a este grupo instalado en una parte importante de la geografía española.
Fuentes de la investigación indicaron a EFE que esta banda se caracteriza por su extrema violencia y cada vez tiene más componentes de distintas nacionalidades, no solo latinos, como magrebíes y de países del Este de Europa, pero también españoles.
Recurren a menores de edad, que dada su posición de inferioridad en la jerarquía son inducidos por los miembros de mayor rango a abandonar a sus familias y cometer delitos como medio de financiación y para alcanzar un mayor estatus en la banda.
También reclutan a chicas (casi siempre de nacionalidad española), a las que, incluso, agreden sexualmente, según las fuentes de la investigación.
No hay una cifra «oficial» de los miembros de la banda Blood en España, aunque los investigadores estiman que podrían sumar casi 400, teniendo en cuenta que cada uno de los más o menos 20 bloques que la conforman reúne a una media de 20 integrantes.
Esta banda nació en Los Ángeles, en California (EE.UU.), en los años 70. Sus miembros utilizan el color rojo, como símbolo de la sangre, en su indumentaria.
Aunque la Guardia Civil da por desarticulada la actual cúpula de los Blood en España, la investigación permanece abierta y no se descartan más detenciones.