Las actuaciones brillantes de uno u otro atleta dominicano fue la excepción, logros individuales que no reflejan el desarrollo del movimiento deportivo local… y los números finales reflejan una deuda pendiente para el país.
Durante el fin de semana la República Dominicana descendió a un decimotercer puesto (para muchos el 13 es un número de mala suerte) en el cuadro de medallas logrando 5 medallas de oro, 8 de plata y 10 de bronce en los I Juegos Deportivos Panamericanos Juniors.
El inaugural certamen continental en la categoría Sub-23, para jóvenes que no excedan la edad de 23 años, ha dejado muchas interrogantes para los dominicanos con miras al próximo ciclo olímpico en ruta hacia los Juegos Olímpicos de París 2024, en Francia.
El país viajó a la justa de Cali-Valle, en Colombia, con un amplio contingente en el cual compitieron 186 atletas en 26 deportes, distribuidos en 31 disciplinas.
Resultados: ¡Muy chin!
Para el aparataje y expectativas creadas por esta delegación, la nueva generación de atletas (que debe ser la sustituta de nuestros medallistas Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos y Olímpicos a partir de los próximos juegos en el San Salvador, El Salvador’2022), el verdadero resultado ha sido el encendido de una roja y bulliciosa alarma que llama al deporte dominicano a revisar sus anémicas bases urgentemente.
De los 186 atletas (110 atletas masculinos, 76 atletas femeninas) solo 21 de ellos fueron medallistas, incluyendo 4 equipos como unidad. Quizás, ¿el nivel estuvo muy alto para el país?.
Que en los 26 deportes que compitieron solo consiguieran preseas en 8, podría ser otra muestra que el movimiento deportivo local se quedó corto en Cali-Valle.
Dominicana no pudo avanzar al podio en deportes tradiciones, en los cuales ha logrado muchos lauros como son: voleibol, taekwondo, tenis de mesa, karate, esgrima, ciclismo, balonmano, natación. A las anteriores se suman bádminton, vela, tiro con arco, remo, patinaje artístico, canotaje, ciclismo BMX, kateboarding, voleibol de playa, triatlón, boliche.
Bajo rendimiento
Las disciplinas principales, las que más medallas aportan a República Dominicana, exceptuando atletismo y judo, no tuvieron la actuación acostumbrada creando un real vacío, esos deportes fueron: boxeo, taekwondo, voleibol, karate, pesas, balonmano, tenis de mesa y de campo.
Del 10 al 13
Por lógica generacional, la delegación deportiva dominicana que asistió a Cali tendrá que chocar frecuentemente con estos mismos adversarios o por lo menos, en la mayoría de ocasiones que salga de nuevo al extranjero.
Extrapolando el papel histórico que juegan estos protagonistas del deporte, es bueno recordar que el grupo que estarían relevando estos 186 representantes que el país llevó a Cali, con los que a nivel superior estuvieron en los pasados Juegos del mismo grupo continental, los dominicanos perdieron tres peldaños, perdiendo el lugar No.10 para quedar en la casilla No.13
Perdiendo control
Tradicionalmente el país ha estado en estadios superiores a las Antillas menores y algunos países de Centro y Sur América, encumbrándose más cuando falta Cuba (como en El Salvador 2002) y ahora cuando la principal potencia, los Estados Unidos envió atletas de tercera categoría, ocupando un tercer lugar…
En Lima 2019, en unos juegos panamericanos abiertos y con todos los países del continente presentes, el país solo estuvo por debajo de: 1. Estados Unidos, 2. Brasil, 3. México, 4. Canadá, 5. Cuba, 6. Argentina, 7. Colombia, 8. Chile y 9. Perú. La República Dominicana fue 10.
En Cali-Valle los dominicanos dejaron cruzar por encima a Puerto Rico, Ecuador, Uruguay, Venezuela y Perú.
Del 25 de noviembre al 5 de diciembre del presente año el movimiento deportivo local estuvo dentro de un interesante laboratorio en Suramérica y se comprobó el siguiente diagnóstico: o: Anemia crónica en su deporte de base y/o futuro nebuloso.