La respuesta por escrito de la OTAN y Estados Unidos a las demandas de seguridad presentadas por Rusia será enviada a fines de esta semana, apuntaron el miércoles fuentes diplomáticas coincidentes de la alianza militar transatlántica.
Esta respuesta está siendo «finalizada», señalaron las fuentes consultadas.
«Muchas de las demandas rusas son inaceptables o poco realistas, pero la respuesta identifica una serie de áreas en las que es posible trabajar en sus preocupaciones», dijo un funcionario europeo sobre la respuesta en preparación.
«La pregunta ahora es: ¿es esto lo que están esperando los rusos?», añadió.
Ya a mediados de diciembre Rusia adelantó dos propuestas de tratados para limitar drásticamente la influencia estadounidense y de la OTAN en las proximidades de sus fronteras.
Estados Unidos respondió que estaba listo para discutir, en consulta con los europeos.
Rusia demanda un compromiso por escrito sobre la no ampliación de la OTAN a Ucrania y Georgia, y exige la retirada de las fuerzas y armamentos de la alianza militar transatlántica de los países del Este de Europa que se han unido a la OTAN después de 1997.
Países occidentales, en tanto, consideran inaceptable ese cuadro de demandas, pero han congelado de hecho el proceso de adhesión de Ucrania y Georgia, que requiere la unanimidad de los 30 miembros de la alianza militar.
«Es fundamental que las garantías de seguridad para Rusia se pongan por escrito y tengan fuerza de ley», subrayó Serguéi Riabkov, viceministro ruso de Relaciones Exteriores, durante la presentación de los dos textos a la prensa.
Las propuestas del tratado prohibirían a Estados Unidos establecer bases militares en cualquier país de la antigua Unión Soviética que no sea miembro de la OTAN.
Tampoco podría usar la infraestructura de esos países «para cualquier actividad militar» e incluso «desarrollar una cooperación militar bilateral».
Igualmente, los miembros de la OTAN se comprometerían a no ampliar la alianza ni llevar a cabo ninguna actividad militar en el territorio de Ucrania y otros países de Europa del Este, el sur del Cáucaso y Asia Central.
Países occidentales exigen que Rusia retire las unidades rusas desplegadas en su propio territorio a lo largo de la frontera con Ucrania, y «disminuya» las tensiones con el gobierno ucraniano.