Con el objetivo de ayudar a otros a superar las adversidades, el actor mexicano Mauricio Ochmann abrirá su corazón en «Actuando en vida», un espectáculo íntimo que presentará en una gira por Estados Unidos y en el que hablará de momentos oscuros de su vida derivados de su adicción al alcohol y a las drogas.
«Voy a estar compartiendo diferentes momentos de mi vida y anécdotas sobre lo que he tenido que ir sobrepasando, desde mi adopción, la huella de abandono, las adicciones… y sobre las acciones que he ido tomando para estar hoy donde estoy y ser mi mejor versión», cuenta a Efe el actor en una entrevista.
El próximo 2 de septiembre, el mexicano-estadounidense estrenará su espectáculo en la ciudad estadounidense de McAllen (Texas) y comenzará así una gira que pasará por diversas urbes como Washington, Houston, Chicago, Los Ángeles o Dénver.
Un total de doce fechas que podrían ampliarse. «Ojalá lleguemos a más ciudades y a México y Latinoamérica, porque al final mi propósito es llegar a la mayor cantidad de personas posible«, explica el actor, famoso por sus papeles en telenovelas como «Amarte así, Frijolito» o «Marina» y en series, como «El Chema».
A sus 44 años, Ochmann tiene una prolífica carrera en el mundo de la televisión en México, pero su vida, lejos de ser todo brillo, ha estado llena de momentos oscuros derivados de la adicción al alcohol y a las drogas, como el actor ha reconocido recientemente.
Ochmann nació en Washington (Estados Unidos) y su madre biológica, una estadounidense de 15 años, lo dio en adopción a una pareja de mexicanos que se separó un año después de adoptarlo. La madre adoptiva se lo llevó a México y el padre dejó de verlo unos años después, sucesos que desencadenaron una fuerte «huella de abandono».
Comenzó a beber en plena adolescencia y tras el alcohol llegaron las drogas –sobredosis incluida- y una profunda crisis personal por la que llegó a querer quitarse la vida. Para curarse pasó varios meses internado en un centro de rehabilitación y hoy se presenta ante el mundo ya recuperado, en este show con el que la gente va a «reír, llorar y reflexionar», asegura.
«Creo que más allá de entretener y de hacer lo que me apasiona, que es actuar, contar historias y representar personajes -explica el actor- busco compartir herramientas», porque «muchas veces ves los cambios, pero no el cómo le hiciste».
«Es esa parte de la responsabilidad social», agrega, que la gente piense «si él pudo, yo puedo».
Pedir ayuda y la terapia, afirma el actor, fueron sus vías de escape: «Al final levantando la mano, pidiendo ayuda y haciendo un trabajo terapéutico y de autoconocimiento muy fuerte. Yo soy producto de la terapia, llevo más de quince años en el proceso y es asombroso el conocerse uno mismo, el ser tu mejor versión y enfrentar todos esos traumas, esos fantasmas del pasado», agrega Ochmann.
Porque muchas veces las personas, cuando se enfrentan a un problema «se quedan calladas» y arrastran por su vida ciertos traumas que emborronan su bienestar.
«Lo que nos sucede hoy tiene que ver con cosas del pasado, con infancia, adolescencia y temas no resueltos. A veces te encuentras evadiendo ciertos temas que es importante atajar para tener una mejor vida, una calidad de vida, y no andar ahí solamente sobreviviendo», añade el actor, exmarido de la también actriz Aislinn Derbez, con quien tiene una hija.
Además de confesiones y consejos, en «Actuando en vida» habrá música, en una «nueva faceta» que el actor quiere explorar.
«Preparé seis canciones que quiero compartir con todo el público. Es un espectáculo muy emotivo que me tiene muy emocionado y contento. Es el primer proyecto que hago donde no hay personajes, soy yo a cara limpia y a corazón abierto y estoy ansioso por compartirlo con toda la gente en Estados Unidos», sentencia.