Masivas y violentas manifestaciones tuvieron lugar ayer en diferentes comunidades de Haití contra el gobierno y la aprobación del llamado a intervención de una fuerza militar extranjera en ese país.
Mientras tanto, el gobierno del primer ministro Ariel Henry sigue firme en su decisión de no echar para atrás la autorización para el despliegue de una fuerza militar extranjera que permita recuperar el control de la situación en Haití, y en contrario está pidiendo que se actúe “sin demora”.
Este llamamiento casi desesperado de Henry es comprensible si se entiende, en parte, la situación que prevalece en toda la franja sur del país, desde Les Cayes hasta Anse-á-Pitre, fronteriza con Pedernales.
Ya las entidades patronales confirmaron que la región Norte está en manos de los grupos criminales.
Todo ese corredor costero, bajo control de las bandas, ya dueñas de buena parte de la capital, Puerto Príncipe, sede del acorralado gobierno, es un enclave donde operan grandes centros portuarios, zonas francas, terminales de combustibles y múltiples negocios que impulsan la dinámica económica de Haití.
El grito de “actuar sin demora”, según consta en la petición formal remitida por el premier al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
Antonio Guterres, el fin de semana último, dibuja los niveles de preocupación oficial existente a esta hora.
Apoyo y rechazo
Mientras tanto, esa decisión ha credo un abismo entre el gobierno y sectores de oposición y grupos representativos del país que opuestos abiertamente a toda presencia extranjera en el territorio.
Reacción en la capial
Miles de personas tomaron ayer las calles de Puerto Príncipe en protesta contra el gobierno del primer ministro Ariel Henry y las amenazas de ocupación de fuerzas militares extranjeras.
Se reporta la muerte de una joven y varios heridos de bala. El hotel Revelation, ubicado en Delmas 35, fue saqueado, según Radio Zénith.
Centenares prevenían de barrios marginales como Cité Soleil, La Saline y St Martin. Patrullas policiales utilizaron gases lacrimógenos en Delmas 40 y dispara ron munición real para obligar a los manifestantes a retroceder.
Cabo Haitiano
Manifestantes intentaron incendiar las instalaciones de la sucursal 3L de Unibank, en Cabo Haitiano, pero lograron prender fuego a la puerta principal de la entidad bancaria.
Destrucción en Gonaives
Los locales del Juzgado de Primera Instancia de Gonaives, el Juzgado de Paz de la Sección Sur y el Tribunal de Apelaciones fueron destruidos por un grupo en las protestas. Se ha anunciado toda una semana de movilizaciones en esta comarca. Las calles estaban repletas de barricadas y el tráfico paralizado.
Crece el rechazo
Más seguro de la proximidad de un fulminante debacle social y político en Haití, el Consejo de Ministros de ese país autorizó una intervención de fuerzas extranjeras que, a pesar de las fuentes de apoyo encontradas, también se enfrenta a una fuerte resistencia.
El Consejo de Ministros aprobó, en su resolución del 6 de este mes, autorizar la presencia de una fuerza militar para respaldar el establecimiento de un corredor humanitario y brindar asistencia de seguridad al país, incluido el refuerzo de la Policía Nacional.
En respuesta, el Senado haitiano lanzó la chispa y calentó más el ambiente, al instar al premier Ariel Henry a “archivar” el pedido de intervención de fuerzas extranjeras.
Un día antes, Michele B. Duvalier, la viuda del exdictador Jean-Claude-Duvalier, le sugirió al jefe de gobierno irse de Palacio, se firmó “obligado” la medida del Consejo, “antes de que lleguen las botas”, en una clara oposición al envío de tropas a territorio
haitiano.
Y por otro lado, ayer, el exprimer ministro Laurent Salvador Lamothe rechazó cualquier ocupación militar a su país, sugiriendo “ayudar a la policía y a las fuerzas armadas, equiparlas y capacitarlas”.
Ruta crítica
Control migratrio
El ministro de Interior, Jesús Vásquez Martínez, se reunió con mandos militares, el director general de la Policía, las gobernadoras y alcaldes de la región fronteriza, para analizar una ruta crítica para evitar los asentamientos ilegales, el trasiego de combustible y el tráfico de extranjeros al país. Se informo de una nueva reunion, próximamente, en Dajabón, para definir acciones concretas que serán adoptadas en torno a los puntos analizados, dirigidos a fortalecer el control migratorio.