Un día después de que Luiz Inácio Lula da Silva fuera elegido presidente, Jair Bolsonaro se mantiene en silencio mientras que Brasil permanece semiparalizado con centenas de bloqueos en carreteras de todo el país orquestados por camioneros que no aceptan la derrota del líder ultraderechista.
Lula ganó las elecciones del domingo con el 50.9 % de los votos, frente al 49.1 % de Bolsonaro y, a 24 horas de conocerse el resultado definitivo, el actual mandatario, que aspiraba a la reelección, aún no se pronuncia sobre el resultado de las elecciones.
El silencio del mandatario mantiene en vilo al país y al mundo, ya que durante la campaña el líder ultraderechista amenazó con solo aceptar el resultado de las urnas si consideraba que las elecciones habían sido transparentes.
Hasta el momento, el único allegado al jefe de Estado o alto funcionario que se ha pronunciado sobre el resultado ha sido el senador Flavio Bolsonaro, hijo mayor del mandatario, quien agradeció el apoyo de los votantes de su padre y señaló que no van a «desistir» de Brasil, mediante un mensaje publicado en Twitter.
Ante el silencio de Bolsonaro, la diputada Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), la formación liderada por Lula, dijo que, si en 48 horas no hay pronunciamiento del mandatario, iniciarán unilateralmente el proceso de transición.
«Por ley tenemos 48 horas para iniciar eso (la transición), para organizarnos y después conversar con el Gobierno», precisó la dirigente del PT.
Un lunes agitado para Lula
En su primer día como presidente electo, Lula sostuvo una serie de encuentros y conversaciones con mandatarios y personalidades del planeta.
Su amigo Alberto Fernández, presidente de Argentina, viajó hasta Sao Paulo para felicitarlo personalmente y, tras reunirse con el exsindicalista, confirmó que el país gaucho será el primero a ser visitado por Lula tras su elección y dijo que incluso puede darse antes de la posesión.
El líder progresista también sostuvo conversaciones telefónicas con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien destacó la «fortaleza de las instituciones democráticas» en Brasil, y con los mandatarios de Francia, Emmanuel Macron; y Cuba, Miguel Díaz-Canel, así como con el canciller alemán, Olaf Scholz.
Lula también recibió las llamadas del primer ministro portugués, António Costa; el presidente de ese país, Marcelo Rebelo de Sousa; y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, según informó el Partido de los Trabajadores (PT).
Bloqueos en buena parte de Brasil
Desde la noche del domingo, camioneros bolsonaristas comenzaron a bloquear varias vías del país en protesta por la victoria del líder progresista en las presidenciales, que consideran producto de un fraude.
De acuerdo con los más recientes datos de la Policía de Carreteras, se han contabilizado unos 250 bloqueos, varios de los cuales afectan zonas fronterizas al sur y al norte del país y que ya afectan a 20 de los 27 estados del gigante suramericano.
Ante la situación, el Ministerio Público de Brasil le exigió este lunes a la Policía Federal de Carreteras informar, en un plazo máximo de 24 horas, las medidas adoptadas para despejar las carreteras bloqueadas y recordó que puede abrir una investigación en caso de que considere que el organismo ha sido omiso para la solución del problema.
La Policía Federal de Carreteras, responsable por garantizar la libre circulación en las vías, hasta ahora no ha adoptado medidas para retirar los camiones atravesados y alega que está esperando que la Abogacía General del Gobierno le solicite a la Justicia una orden para desalojar a los manifestantes.
Hasta el momento, ninguna autoridad del Gobierno se ha pronunciado sobre los bloqueos.
Afonso Davi Bandeira, uno de los responsables por un bloqueo en la carretera nacional BR-116 a la altura de Teresópolis, ciudad serrana a unos 100 kilómetros de Río de Janeiro, dijo a EFE que la medida es una protesta contra el «fraude» en las elecciones.
«No aceptamos lo que ocurrió ayer en las urnas (…) fuimos engañados, estamos en manos de corruptos, no aceptamos ser gobernados por un hombre corrupto», dijo Bandeira.
Entre las carreteras bloqueadas con los propios camiones o con neumáticos en llamas destaca la Vía Dutra, la autovía que conecta Río de Janeiro y Sao Paulo, que es la carretera con mayor volumen de tráfico de Brasil.