La ciudad debe desarrollar protocolos para manejar emergencias ambientales como la ocasionada por el humo de los fuegos forestales canadienses que recién paralizó Nueva York, afirmaron varias personas consultadas.
Representantes políticos, educadores y activistas comunitarios dominicanos se quejaron de que aunque la emergencia pudo anticiparse, “nos enteramos de repente”, y hubo muy poca información official.
“Como fue la primera vez, se hizo lo mejor que se pudo”, dijo el Congresista Adriano Espaillat antes de afirmar que “ahora debemos desarrollar protocolos específicos para este tipo de emergencias”. Y señaló que esto deja bien claro, de una vez y por todas, que el cambio climático es real y debemos actuar ahora.
El martes en la tarde el sol lucía anaranjado, pero muy pocos sabíamos qué estaba pasando. El miércoles en la mañana una nube de humo, cenizas y micropartículas provenientes de más de 400 fuegos forestales de Canadá cubrieron la ciudad dándole un aspecto fantasmagórico y distópico.
La información sobre lo ocurrido empezó a salir desde el atardecer del martes, pero nunca se hizo ningún anuncio ni anticipación de lo que vendría.
La ciudad se paralizó, suspendieron las actividades públicas, cerraron el aeropuerto La Guardia, los trabajadores de la construcción, vendedores callejeros y personal de mensajería se mantuvieron trabajando.
El cambio climático
Este fue el último ejemplo de cómo el cambio climático afecta nuestras vidas. Determinadas actividades económicas lo provocan, sus beneficios económicos son privatizados, pero sus desgracias son socializadas.
“Lo que no comprendo es que nosotros no detectamos eso a tiempo para estar preparados, eso no era una cosa dificil de saber”, dijo Yudelka Tapia, asambleista estatal neoyorquina, representando el distrito 86, poblado de dominicanos en El Bronx.
Este condado tiene más asmáticos que ningún otro lugar en Estados Unidos, está rodeado de una red de autopistas, los residentes respiran las emisiones de esos vehículos.
“Cuando nos enteramos de lo que pasaba, distribuimos mascarillas para todos los estudiantes, profesores y personal de apoyo, cerramos todas las ventanas y encendimos los purificadores de aire que compramos durante la pandemia”, dijo Andrea Varona, directora de la escuela intermedia 390 de El Bronx, la mayoría de sus estudiantes son dominicanos. “El Covid nos preparó, nos educó para esta emergencia, pero hubiese sido mejor si tuviésemos más información”, aseguró.
Todo el mundo coincide en que este tipo de situaciones pueden repetirse, por lo que debemos estar preparados en varios aspectos, sobre todo en cosas que están bajo control.
Preparación personal
“La mejor preparación es la medicina preventiva, alimentarse bien, ejercitarse, fortalecer el sistema inmunitario para que pueda lidiar con lo que venga”, es la propuesta del doctor Yomare Polanco, empresario, activista comunitario y aspirante a diputado de Ultramar. Nadie puede evitar que esto se repita, “este planeta solo lo controla Dios”, dijo Polanco, “nosotros debemos fortalecer nuestro sistema inmunitario para defendernos, debemos enfatizar en la medicina preventiva”, puntualizo.
“La falta de información casi llevó al público a la locura, a la histeria, tenemos el mejor sistema meteorológico del mundo, esto no debio sorprendernos”, lamentó Máximo Padilla, presidente del Comité del Dominicano en el Exterior (CODEX).
Nadie ha explicado por qué ningún satélite meteorológico advirtió la nube de humo y ceniza desplazándose en dirección a la ciudad.
El martes la mayoría de los neoyorquinos se acostó sin saber qué encontraría al día siguiente, eso nunca ha ocurrido con un huracán.
Los satélites rastrean los huracanes desde su formación hasta su disolución, y ninguno “vio” esta nube de humo.
La temporada de fuegos forestales en Canadá no ha empezado, eso generalmente ocurre en el verano. Muchos neoyorquinos bajaron aplicaciones a sus celulares para medir la calidad del aire.
También aprendieron a monitorear airnow.gov un portal de la Agencia de Protección del Medio Ambiente que ofrece información en tiempo real sobre la calidad del aire. Volvimos a usar las mascarillas a las que nos acostumbramos durante la pandemia.
Ayer comprábamos productos para limpiarnos las manos. Hoy muchos compran purificadores de aire como artículos esenciales para preservar sus vidas y las de sus familiares