Al bajar más de un 95 % el caudal de río que divide este lado con Haití, el mercado fronterizo comenzó a funcionar este viernes con las ofertas de comerciantes haitianos y dominicanos, aunque el negocio de mercancías y productos funcionó con precariedad, por efecto de las lluvias.
Conductores de motocicletas y algunos vehículos, incluyendo camiones, comenzaron a circular desde la comunidad de Anse-á.-pitre, donde mayormente son llevadas las mercancías y productos que son adquiridos n la parte dominicana del mercado binacional.
Vendedores haitianos llegan al mercado fronterizo los lunes y viernes de cada semana, con productos agrícolas, aunque otros son traídos por dominicanos de comunidades de la Costa Sur como Enriquillo, Paraíso y Barahona. Este viernes se pudo apreciar un camión frente a las oficinas de Aduanas con de fundas de cementos gris que son traídas por comerciantes dominicanos para vender a los haitianos, quienes en su territorio ejercen ese negocio en sus ferreterías para la construcción en comunidades de Haití. Además de otros, como harina de trigo, para abastecer el poblado de Anse-á-pitre y otras comunidades del vecino país. Las autoridades locales de Aduanas recibían el pago de impuestos por el traslado de cementos gris.