La frontera de Dajabón ha sido escenario de diversos acontecimientos que han generado preocupación entre los habitantes de la zona limítrofe y en todo el país en estos últimos meses.
Uno de los principales ha sido la construcción de un canal por parte de la nación haitiana con el propósito de desviar las aguas del río Masacre o Dajabón.
Esto ha afectado negativamente a los comerciantes locales y a la economía entre ambas naciones caribeñas.
Además, se han registrado enfrentamientos violentos, a pesar de que militares del Ejército Dominicano y del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) mantienen el reforzamiento y vigilancia en toda la zona de la provincia Dajabón.
Los sucesos han generado un clima de incertidumbre y tensión que cada día se hace más creciente.
EL CANAL EN EL RÍO
El pasado mes de septiembre, fue reiniciada la construcción de un canal en el vecino país que desvía el cauce natural del río Masacre o Dajabón.
El gobierno pidió a las autoridades haitianas su “detección inmediata”, manifestando preocupación por los efectos negativos que esta obra podría causar a los productores agrícolas de ambos países, además, de que dejaría sin fuente de agua la Laguna Saladillo “lo que significaría la desaparición de una rica biodiversidad de flora y fauna”.
Ante la violación al artículo 10 del Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje de 1929, según el cual ambos Estados «se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas (aguas) o de alterar el producto de las fuentes de las mismas», el gobierno decidió desde el 15 de septiembre cerrar las fronteras por aire, mar y tierra con Haití para exigir la paralización del canal.
En la actualidad, se reaperturó parcialmente el intercambio comercial entre las dos naciones, ya los haitianos desviaron el cauce natural del río Masacre con una retroexcavadora, mientras que avanzan las instalaciones del sistema de bombeo en el canal de La Vigía, que se alimentara del río Masacre, con el que se persigue garantizar el agua a los productores y agricultores de la parte baja del país.
INTENTO DE CERRAR PASO
Conforme han pasado los días de los haitianos estar involucrados en la construcción del canal, han ocurrido una cadena de acontecimientos.
Por ejemplo, luego del anuncio hecho por el presidente Luis Abinader, de flexibilizar las medidas que dieron curso al cierre de las fronteras, habitantes en la comunidad haitiana de Juana Méndez, llegaron el pasado domingo hasta el puente fronterizo con un camión cargado de blocks, dispuestos a construir un muro para cerrar el paso por Dajabón.
La Policía Nacional y Fronteriza de Haití tuvo que realizar varios disparos y lanzar bombas lacrimógenas para dispersar a la multitud, logrando poco después restablecer el control en el área.
INCENDIOS EN DAJABÓN
De igual forma, se contabilizan en cuatro los incendios que han sucedido en el mercado fronterizo de Dajabón, dejando cuantiosas pérdidas económicas a comerciantes haitianos y dominicanos.
El más reciente fue el siniestro originado la madrugada de este miércoles, horas antes de que se abriera solo para comercio la frontera por Dajabón, sin que se conozcan las causas.
INCIDENTE ENTRE SOLDADO Y HAITIANO
También un soldado del Cesfront protagonizó un suceso cuando disparó a un haitiano en circunstancias aún no esclarecidas, en el sector El Abanico de la provincia Dajabón.
Posteriormente, el haitiano falleció tras presentar un neumotórax por el proyectil.
El soldado del Cesfront, que fue identificado como Ricardo Mesa, de 19 años, presenta laceraciones en el rostro, así como un trauma contuso cerrado en el muslo derecho.
CODEVI
Otro de los hechos fue el incidente que se produjo en la Corporación de Desarrollo Industrial (Codevi) en el pasado mes de junio y que dejó un saldo de dos ciudadanos haitianos muertos.
La versión que se manejó fue que el conflicto se inició con “una turba” que generó el desorden con destrozos de ventanas y detonaciones, que sembraron el pánico en el interior de la infraestructura. Codevi informó del cierre del parque e indicó su rechazo categórico a “cualquier acto de violencia”.
Más de 10,000 nacionales haitianos no asistieran a sus puestos de trabajo por la muerte de sus compatriotas.