El doctor Orlando Vargas Almonte, cirujano plástico y reconstructivo y presidente de la Fundación Vargas Almonte, manifestó este martes que tal como lo planta Listín Diario en su publicación del pasado lunes, la deshumanización de los servicios de salud es una realidad en el país, sobre todo porque no se está formando en ello ni en las escuelas de medicina ni en los programas de residencias médicas.
El especialista entiende necesario que todos los sectores se involucren en trabajar la humanización de los servicios de salud, desde los formadores de médicos, que son las universidades, donde en el pensum no existe una materia que hable de ese tema, a menos que no sea en el área de psicología o psiquiatría.
“Realmente de humanización de servicios de salud no se habla en las universidades y las residencias médicas, donde forman los médicos especialistas, porque no tienen ese tema como prioridad”, dijo.
Puso como ejemplo que cuando se formó en el hospital de la Fuerza Aérea entre los años 2001 al 2005, les dieron algunas conferencias con relación al tema “y ahí pude empezar a tener una visión de ser empático, ponerme en posición de los otros y respetar al paciente como tal, luego me fui a Venezuela y allí también está la humanización de servicios de salud en sus programas de residencias médicas”.
Entiende que el Colegio Médico, con esa publicación de Listín Diario, lo que debe hacer es acompañar a los servicios de salud a nivel nacional, para que se incluyan conferencias permanentes y el tema de la humanización de la atención médica, como educación continua.
En opinión de Vargas Almonte, muchos residentes y especialistas no pueden dar lo que no saben y entonces, muchos de ellos participan en la formación de otros especialistas y no tienen idea de lo que es humanización de los servicios de salud, porque nunca han asistido a conferencias y charlas sobre el tema.
Lo vivió
El doctor Vargas Almonte, puso como ejemplo una experiencia que vivió en un hospital, donde acudió una noche a la emergencia con un tío enfermo y solo habían médicos residentes y ningún especialista. “Allí habían unos seis o siete médicos residentes, y cuando llegamos con el paciente, apenas uno de ellos se paró a ver qué pasaba, pero el resto se quedó chateando”.
Señaló que eso lo vivió él, a pesar de ser médico y de que andaba con su pijama puesta. “Aquí falta mucha empatía entre los médicos, pero creo que una de las cosas que faltan es que no tienen formación, ni en las universidades ni en la residencia, con relación al tema de la humanización, esto, a parte de la carga laboral que tiene el personal, que es otro tema que se debe evaluar”, recalcó.
Preocupante
Dijo que esa realidad es muy preocupante y que no depende de un hospital en específico, sino que debe abarcar a todos los servicios públicos y privados, ya que no depende exclusivamente de las autoridades sanitarias.
Debe haber políticas permanentes de formación en el tema a todos los servidores de la salud, en los programas de educación continua como parte esencial de los servicios.
Entiende que se está fallando desde el principio, desde que el médico empieza a formarse en las escuelas de medicina de las universidades y en la formación de los residentes, lo que preocupa, porque éstos son los formadores del mañana.
Dijo que, aunque haya vocación de servicio, el médico en formación necesita tener las bases de conocimiento sobre lo que es una atención humanizada.