Durante tres días, la República Dominicana celebró la primera edición del Animal Fest 2025, un evento que trascendió lo festivo para convertirse en una plataforma de alto nivel, reuniendo a dirigentes políticos, autoridades judiciales, representantes municipales y organizaciones en torno al bienestar animal.
Realizado en el Pabellón de las Naciones, el festival sirvió de escenario para presentar propuestas enfocadas en la reforma del marco legal (Ley 248-12) y la promoción de una cultura de respeto hacia los animales, destacando la necesidad de pasar de la compasión a la acción medible.
El origen del movimiento
Uno de los momentos cumbres del evento fue la ponencia de Miguel Franjul, director del periódico LISTÍN DIARIO, quien relató cómo el «Pacto por los Animales», una iniciativa impulsada por el diario junto a la Federación Dominicana por los Derechos de los Animales (FEDDA), escaló de ser una propuesta editorial a convertirse en un movimiento nacional sin precedentes, posicionando el bienestar animal como un asunto de Estado.
El discurso clave Franjul
«Decidimos que era hora de abrir una conversación seria, trascendiendo el nicho para posicionar el bienestar animal como un asunto vinculado a la salud pública, la educación y el estricto cumplimiento de la ley», explicó Franjul.
El director destacó que el medio asumió un rol cívico, convocando al Estado, la empresa privada y la ciudadanía, lo que culminó en la firma del Pacto en mayo de 2024.
Este acuerdo histórico, gestado en la sede del periódico (transformada en una «plaza cívica del siglo XXI»), logró la unidad transversal del país: fue rubricado por el presidente Luis Abinader y los expresidentes Leonel Fernández y Abel Martínez, junto a líderes empresariales, académicos y diplomáticos.
Franjul enfatizó que el mayor logro fue cambiar el enfoque de la compasión a la acción medible: «La conversación migró a los resultados: protocolos, presupuestos, metas y responsables».
Esto se materializó con la creación de un Comité Ejecutor que integra instituciones clave como la Procuraduría General, el Ministerio de Salud Pública y el 9-1-1.
«Bienestar animal es salud pública, es convivencia, es turismo responsable,» recalcó Franjul. Mirando al futuro, propuso consolidar la reforma legal con un sistema unificado de denuncias, metas provinciales de esterilización, educación formal y un fondo público-privado para garantizar la sostenibilidad.
Propuestas de reforma legal y judicial
Diversas autoridades hicieron propuestas concretas para robustecer la protección animal.
El senador Omar Fernández planteó la creación de tres nuevas instituciones especializadas en protección animal, aumentar las sanciones por maltrato hasta tres años de prisión en casos graves, y establecer un sistema de presupuesto para entidades de resguardo.
«La Ley 248-12 carece de mecanismos efectivos. Es necesario fortalecerla para garantizar una verdadera protección,» afirmó.
La procuradora general, Yeni Berenice Reynoso, subrayó que «los derechos de los animales necesitan protección y tutela reforzada».
Anunció la formación de 100 abogados especializados en la Escuela del Ministerio Público para asistir en casos de maltrato animal, y reafirmó la instrucción de procesar todos los casos.
Además, instó a los legisladores a endurecer las penas y señaló la falta de refugios adecuados como uno de los principales retos.
Carolina Mejía Detalla Programas del ADN: La alcaldesa del Distrito Nacional destacó los avances municipales, señalando que, gracias a un programa continuo de jornadas gratuitas, la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) ha vacunado 14,533 mascotas, desparasitado 8,603 y esterilizado 3,455 en los últimos tres años, con una inversión acumulada de RD$23.2 millones.
El ministro de Salud Pública, Víctor Atallah, expresó que el maltrato animal «nunca será una vía fiable» e instó a alcanzar el progreso «a través de la corrección y no del abuso».
El Animal Fest 2025, inaugurado por la directora de la Fundación LASO, Lorenny Solano, concluyó dejando sobre la mesa una serie de iniciativas legislativas, judiciales y sociales que marcan un punto de inflexión en el trato hacia los animales en la República Dominicana.