La selección dominicana de fútbol sub-23
perdió el miedo de un debut histórico, el cual solventó con gran actuación, y ahora afrontará un reto mayúsculo: salir lo menos tocada posible cuando este sábado (9:00 am) enfrente al poderoso España por la segunda fecha de grupos en los Juegos Olímpicos.
Los quisqueyanos, que consiguieron un punto dorado, ocupan la segunda posición con un Egipto casi obligado a sacar los tres puntos en su choque ante el osado Uzbequistán, para no verse complicado in extremis en la última fecha (contra España).
República Dominicana pretende cortar el juego rival en la salida, cambiando un
esquema táctico, que aunque el entrenador, Ibai Gómez, lo empleó magistralmente con flexibilidad, España le exigirá muchísimo más que eso.
Gómez comenzó con un 3-4-3, que fue diversificando hasta el tradicional 4-4-2, lo cual permitía al tricolor atacar y defenderse según las circunstancias planteadas por los faraones.
Los ibéricos emplearon el 3-4-3, que mantendrían ante un rival considerado ofensivamente menor que los uzbecos.
La Selección mostró fortaleza en las posesiones y desenfado en el ataque, aunque con graves imprecisiones defensivas que deberá mejorar drásticamente para el Armagedón que le espera con la europea y no poca cosa para el cierre de la fase contra el rival
asiático (el martes).
Mucho carácter
Algo dejó claro la tricolor en tan mayúsculo escenario: no teme a rivales, centenarios o muy poderosos, como el de turno y Francia (amistoso), a quien enfrentó con enorme osadía en todo momento.