El fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, que lleva el caso de corrupción contra el alcalde de la ciudad, Eric Adams, aseguró este jueves que éste abusó de los cargos públicos que ha ocupado en los últimos diez años, en los que se le acusa de haber aceptado sobornos y donaciones ilegales de campaña de extranjeros y haber cometido fraude.
La Fiscalía federal dio a conocer hoy cinco cargos contra el demócrata, cometidos desde que fue electo a la presidencia del condado de Brooklyn en 2014 y hasta llegar a la alcaldía, a cambio de favores al Gobierno turco y a otros nacionales de ese país, lo que el alcalde demócrata ha negado.
Según indicó Williams en una conferencia de prensa tras darse a conocer la acusación, Adams participó en «una larga conspiración» en la que aceptó «regalos» por un valor total de 100,000 dólares y subrayó que la ley federal «prohíbe claramente las donaciones extranjeras» para así proteger las elecciones de «influencias externas».
El fiscal mostró a la prensa una cartulina en la que se incluían todos los viajes que hizo Adams, a Turquía, India, Francia, Hungría, y Sri Lanka entre otros destinos, presuntamente financiados por intereses del gobierno turco o a bajo coste, y aseguró que Adams, en su primer cuatrienio como alcalde, ha cruzado muchas «líneas rojas».
Williams dejó claro que la investigación sigue en curso y que hay más personas implicadas en estos presuntos delitos.
«Estas acusaciones revelan que Adams abusó de su posición de poder por casi una década, para enriquecerse a sí mismo y favorecer sus campañas para la Alcaldía», destacó por su parte Jocelyn Strauber, comisaria del Departamento de Investigación.
Por su parte, Adams también ofreció una rueda de prensa rodeado de decenas de simpatizantes y líderes religiosos afroamericanos, tras conocerse oficialmente los cargos, lo que ayer había trascendido por el New York Times, en la que reafirmó que no renunciará.
Aseguró que su «día a día no cambiará» y que seguirá haciendo el trabajo para el que fue electo.
«Los más de 300,000 empleados de nuestro gobierno municipal seguirán haciendo su trabajo porque esto es lo que hacemos como neoyorquinos», incidió y reiteró que siempre ha seguido las normas de la campaña electoral para la Alcaldía: «Todos los que me conocen saben que sigo las reglas de la campaña y que respeto la ley».
El alcalde tuvo que hacerse oír entre los gritos de varias personas que protestaban con un megáfono frente a su casa pidiendo su dimisión, a lo que reaccionó con risas y aparente despreocupación.
Los reclamos de renuncia le llegan también al alcalde desde sus propias filas demócratas ya que varios correligionarios han hecho oír su voz.
De la que no se ha escuchado nada es de la gobernadora del estado Kathy Hochul, que tiene el poder para despedir a Adams, primer alcalde en funciones acusado de un delito.
Si Adams renunciara o fuera destituido, sería sustituido de forma interina por el Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, según lo establece la constitución de la ciudad.