Juan Soto volvió al Bronx, pero esta vez vistiendo los colores del equipo rival. El estelar jardinero dominicano pisó por primera vez el Yankee Stadium desde que dejó a los Yankees y firmó en la pasada agencia libre con los Mets de Nueva York.
Horas antes del inicio del partido entre ambos conjuntos, Soto fue uno de los protagonistas durante la práctica de bateo. Se mostró sonriente, relajado y conversó animadamente con varios de sus excompañeros, pero especialmente con el dirigente Aaron Boone, con quien compartió un momento que dejó ver la buena relación que aún mantienen.
Ambos se abrazaron, intercambiaron palabras durante varios minutos y rieron de forma espontánea en el terreno, bajo la atenta mirada de los medios y fanáticos que llegaron temprano.
El encuentro fue tan natural como emotivo, un reflejo de lo bien que Soto encajó durante su paso por los Yankees en 2024.
El jardinero firmó el pasado invierno un contrato de 10 años y 750 millones de dólares con los Mets, convirtiéndose en el jugador mejor pagado en la historia del béisbol.
Su salida fue uno de los temas más sonados de la temporada baja, ya que los Yankees hicieron una fuerte oferta para retenerlo, pero finalmente decidieron no igualar la propuesta final de sus vecinos.
Tras perder a Soto, el equipo del Bronx invirtió en reforzar otras áreas. En los días posteriores a su salida, adquirieron al lanzador zurdo Max Fried, al inicialista Paul Goldschmidt, al jardinero Cody Bellinger y al cerrador Devin Williams, en lo que fue una agresiva reestructuración del roster.
Aunque ahora están en bandos opuestos, el respeto y el cariño entre Soto y Boone sigue intacto. Y anoche, en el corazón del Bronx, quedó claro que algunas conexiones trascienden uniformes.