La evaluación de la inteligencia estadounidense indica que los ataques a instalaciones iraníes retrasaron el programa nuclear de Irán «al menos uno o dos años», declaró este miércoles el Pentágono.
Desde los bombardeos estadounidenses contra las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahan hace unos diez días, en apoyo a la ofensiva israelí, persiste el interrogante sobre si han sido eficaces.
El presidente Donald Trump repite que el programa nuclear de Teherán ha sido «aniquilado» o incluso retrasado «varias décadas».
El Pentágono es mucho más moderado.
«Hemos reducido su programa al menos uno o dos años, las evaluaciones de inteligencia del Departamento de Defensa así lo indican», dijo a periodistas el portavoz del Pentágono, Sean Parnell.
«Creemos que probablemente se acercará a los dos años», añadió.
A finales de junio el secretario de Defensa, Pete Hegseth, insistió en que los ataques estadounidenses han «diezmando, aniquilado, destruido (…) las capacidades nucleares de Irán».
Un informe preliminar de los servicios de inteligencia estadounidenses filtrado la semana pasada afirma que los ataques han retrasado varios meses el programa nuclear pero no lo han destruido por completo.
Irán acaba de rechazar una solicitud de Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), una agencia de la ONU, para visitar sus instalaciones nucleares bombardeadas con el fin de determinar la situación del uranio enriquecido.
Grossi estimó que Irán dispone de las capacidades técnicas para volver a enriquecer uranio en «unos meses».