A las 8:00 de la noche, el sector Las 800 en Los Ríos se transforma en una zona de toque de queda autoimpuesto.
Sus residentes se ven obligados a encerrarse en sus casas, temerosos de la creciente delincuencia que, según ellos, ha subido “de un 10% a un 80%”.
La vida social en las calles, como sentarse al frente de la casa o pasear, ha desaparecido. El último incidente que reavivó el miedo ocurrió el pasado domingo, cuando una pareja fue asaltada a punta de pistola mientras estaba sentada frente a su hogar en la calle La Trinchera.

“Tienes que estar trancado 24/7 porque están atracando”, comentó un vecino, quien asegura que la situación se ha vuelto insostenible.
La delincuencia no respeta horarios; un motoconcho de la zona afirmó que “a las 6 de la mañana nadie puede salir porque lo atracan”.
Los comunitarios culpan a la falta de efectividad de los patrullajes policiales, que a menudo son superados por los delincuentes, quienes, aseguran, “peinan” los callejones para cometer sus crímenes.
También denuncian el consumo de sustancias ilícitas, especialmente entre menores de edad, lo que agrava aún más la inseguridad.
El abandono es otro problema
Además de la crisis de seguridad, los residentes enfrentan la falta de servicios básicos. La recogida de basura, el suministro de agua y el mantenimiento de las calles son constantes preocupaciones.
“El ayuntamiento no hace nada por aquí”, se lamentó Miguel Ángel, un residente de más de 15 años.

Calles llenas de basura y lodo se han vuelto comunes, lo que genera problemas de insalubridad.
Los vecinos solicitan la intervención de la Alcaldía del Distrito Nacional para la limpieza y la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) para asegurar un suministro de agua más consistente.
“Queremos crecer como barrio”, concluyó Miguel Ángel, resumiendo el sentir de una comunidad que se siente olvidada y desprotegida por las autoridades.

El sector Las 800, ubicado en el barrio Los Ríos del Distrito Nacional, ha enfrentado históricamente condiciones de vida precaria, marcada principalmente por los desafíos asociados a la cañada Las 800.
Impacto de la cañada en calidad de vida
Respecto al riesgo de inundaciones allí, la cañada ha sido la principal fuente de problemas para los residentes.
Con cada lluvia intensa, el riesgo de desbordamiento es una constante, lo que ha provocado pérdidas materiales e incluso víctimas mortales, como en la tragedia de noviembre de 2022.
La incertidumbre y el miedo a las inundaciones generan un ambiente de constante preocupación entre los habitantes.

La cañada, que arrastra basura y desechos de cloacas, crea un ambiente insalubre en el sector.
El olor penetrante y la contaminación representan un riesgo para la salud de la población.
Viviendas invulnerables
Muchas de las casas en el sector se encuentran en situación de vulnerabilidad, ya sea por su cercanía a la cañada o por la precariedad de su construcción.
Esto agrava el impacto de las inundaciones y dificulta la seguridad de las familias.
Ante esta situación, el gobierno, a través de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), ha iniciado un proyecto de gran envergadura para mejorar las condiciones de vida en Las 800.
El proyecto también contempla la construcción de un parque y otras mejoras en el espacio público, con el fin de transformar el sector y ofrecer un ambiente más seguro y agradable para los residentes.
Se han anunciado proyectos de construcción de viviendas en zonas seguras para reubicar a las familias que vivían en las áreas más vulnerables de la cañada.
A pesar de estos avances, el proceso de saneamiento ha sido lento y se ha visto afectado por las lluvias, generando escepticismo y ansiedad entre los residentes, quienes esperan la finalización de los trabajos para poder vivir con mayor tranquilidad y seguridad.
Aguas pluviales
Respecto al saneamiento y canalización de la cañada, se está construyendo una alcantarilla tipo cajón para canalizar las aguas pluviales y residuales, lo que busca eliminar las inundaciones y los problemas sanitarios.
El proyecto también contempla la construcción de un parque y otras mejoras en el espacio público, con el fin de transformar el sector y ofrecer un ambiente más seguro y agradable para los residentes.
A pesar de estos avances, el proceso de saneamiento ha sido lento y se ha visto afectado por las lluvias.