NUEVA YORK.- En el que hubiera sido el segundo día de los entrenamientos de primavera, las negociaciones para poner fin al paro patronal en el béisbol de las Grandes Ligas se reanudaron en la sede de la asociación de peloteros.
El encuentro duró unos 15 minutos.
Una comitiva de tres representantes de MLB, encabezada por el subcomisionado Dan Halem, se presentó a las oficinas del sindicato poco antes de la 1 de la tarde para la sexta sesión de negociaciones sobre temas económicos desde que la novena paralización en el deporte empezó el 2 de diciembre.
El sindicato desistió de su pedido para que todos los jugadores con dos años de servicio en las mayores sean elegibles al arbitraje salarial y en cambio propuso expandir la categoría “super dos” — jugadores con menos de tres años de servicio en las mayores — de 22% al 80%.
Como parte de la propuesta, el gremio incrementó el monto del fondo para el bono de bonificación previo al arbitraje, de 100 millones de dólares a 115 millones.
Los clubes ofrecen 15 millones.
El gremio también planteó incrementar la cantidad de peloteros que serían elegibles para el bono de bonificación, de 30 jugadores a 150.
Halem y Bruce Meyer, principal negociador del sindicato, sostuvieron un encuentro aparte de 20 minutos tras la sesión, y que fue descrito como inusualmente franco.
El gremio le expresó a MLB que tiene la disposición de reunirse cada día durante la próxima semana.
La primera paralización de actividades desde 1995 cumplió su 78vo día.
Hay pocas probabilidades de que los juegos de pretemporada comiencen en la fecha prevista del 26 de febrero. Y el paro amenazará pronto el día inaugural de la campaña, programado para el 31 de marzo.
Ante la necesidad de entre 21 y 28 días de entrenamiento y tiempo adicional para presentarse y pasar por los protocolos contra el COVID-19, se requiere un acuerdo para finales de febrero o principios de marzo para que la temporada inicie a tiempo.
Las Grandes Ligas se siguen oponiendo a cualquier extensión en las condiciones en que un pelotero puede ir al arbitraje salarial. Rechazan también la reducción en la compartición de los ingresos.