Cuando la meta de ganar el primer título de campeón en diez años se alejaba de Bameso, sus jugadores recibieron un inesperado empuje del equipo minibasket del club minutos antes de salir a cancha para disputar con el Mauricio Báez el cuarto juego de la serie final del Torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional.
Los niños, vestidos con el tradicional uniforme verde del representativo del Barrio Mejoramiento Social, les visitaron en el camerino del Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto.
Una vez allí, Jamel Aquino, un menudo armador de diez años de edad, se acercó al entrenador Yoel Feliz para solicitarle que le permitiera hablarles a los jugadores.
“Yo quiero decir algo. Nosotros sabemos que es difícil, pero ustedes tienen que ganar por nuestro barrio, por nosotros”, les dijo Aquino en un momento en que los mauricianos dominaban 2-1 la final.
“Ustedes son superhéroes para nosotros y sabemos que van a ganar, pero no importa lo que pase, quiero que sepan que son nuestra familia”, subrayó para luego encabezar un desfile a los fines de saludar a Víctor Liz, Miguel Dicent, Fausto Pichardo, Edward Santana, Trashon Burrell y otros actores de reparto que atentamente escucharon sin hablar.
Lo hicieron en la cancha, donde apabullaron a los mauricianos 82- 64, igualando a dos la serie pactada al mejor en siete choques.
“Ahí cambio la serie”, enfatiza José Augusto Castro, influyente directivo de Bameso en el Café Deportivo de LISTÍN DIARIO, en el que estuvo acompañado del exjugador Renzo Vargas, presidente de la Comisión de Baloncesto de la entidad deportiva.
“Fue algo muy emotivo”, manifestó Vargas.
El próximo encuentro Bameso siguió con el empuje, se impuso 90-83 y se colocó a menos de un metro de la gloria, pero en el sexto choque el Mauricio ganó y extendió la final al máximo tras triunfar 82-70.
Los bamesianos se repusieron y salieron con toda la determinación y triunfaron 81-66 para reeditar el trofeo de campeón que habían alcanzado en las ediciones del 2011 y 2012.
Castro considera que la motivación de los niños fue una de las causas que incidieron para que el club se coronara campeón.
Cita como un segundo factor, las palabras de aliento que en las gradas recibió de Vargas cuando Bameso clasificó para el último tramo del torneo, pero la situación económica atentaba en contra del conjunto.
“Tranquilo…nosotros vamos a echar pa lante”, recuerda el también productor del programa radial especializado “Cancha Entera”.
Un sabor especial
Este tercer cetro bamesiano ha resultado muy reconfortante, pues no solo lo obtuvieron sobre el favorito, sino, además, ante Julio César Javier (Ayata), quien tenía un acuerdo tácito como entrenador del equipo, pero sin explicación alguna lo dejó en el aire.
¿Tiene un sabor especial este título?, se le preguntó de manera escueta y directa a José Augusto Castro, quien con toda sinceridad respondió con un “sí”.
Castro aclaró que no se trata de nada personal, sino del arrojado por una dura competición contra el único club que tiene un definido proyecto de baloncesto en el país.
Vargas agregó que un intangible que sirvió de motivación para Bameso fue la reacción de algunos jugadores del Mauricio Báez, que tras ganar el primer encuentro de la serie con pizarra 88- 80, insinuaron que barrerían la serie en cuatro partidos.