La migración será «cada vez más necesaria para todos los países», sin importar sus niveles de ingreso, afirma el Banco Mundial (BM) en un informe difundido este martes.
Alrededor del 2,3% de la población mundial (184 millones de personas, incluidos 37 millones de refugiados) vive fuera de su país de nacionalidad.
Actualmente las personas abandonan su país en respuesta a problemas económicos, guerras o violencia, pero «el panorama está cambiando», señala el informe.
«En la próxima década, la migración será cada vez más necesaria para todos los países, independientemente de su nivel de ingreso», dice el texto.
Aproximadamente el 43% de los migrantes y refugiados vive en lugares de ingreso bajo y mediano; el 40% en países de ingreso alto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el 17% restante en Estados del Consejo de Cooperación del Golfo.
Muchos son al mismo tiempo países de origen y destino, como México, Nigeria y el Reino Unido.
«En todo el mundo la migración ha demostrado ser un poderoso motor del desarrollo que mejora las condiciones de cientos de millones de migrantes, de sus familias y de las sociedades en las que estos se establecen», se lee en el informe.
«La migración puede ser una fuerza poderosa para generar prosperidad y desarrollo», sostiene el director gerente sénior del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, citado en un comunicado.
«Cuando se gestiona adecuadamente, proporciona beneficios para todas las personas, tanto en las sociedades de origen como de destino», asegura.
En las próximas décadas, la proporción de adultos en edad laboral disminuirá en muchos países.
En España, con una población de 47 millones, el porcentaje se reducirá en más de un tercio para 2100 y la cantidad de mayores de 65 años aumentará del 20% al 39%, advierte.
Países como México, Tailandia o Túnez «pronto necesitarán más trabajadores extranjeros porque su población ha dejado de crecer».
El número de refugiados casi se triplicó en la última década y el cambio climático amenaza con impulsar aún más las tendencias de migración, dado que alrededor del 40% de la población mundial —3.500 millones de personas— vive en lugares sumamente expuestos a los impactos climáticos, explica el informe.
El estudio propone que los países de origen conviertan la migración laboral en «una parte explícita de su estrategia de desarrollo», con la reducción de los costos de las remesas y el desarrollo de capacidades solicitadas en otros países para que sus ciudadanos consigan trabajos bien remunerados si migran, y así mitigar la «fuga de cerebros».
Los países de destino «deben alentar la migración» cuando necesiten las habilidades de los migrantes y facilitar su inclusión.
erl/atm
© Agence France-Presse
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