El jefe de derechos humanos de Naciones Unidas, Voker Türk, pidió este miércoles medidas para fortalecer a la policía haitiana y apoyo a la misión multinacional de seguridad en Haití, ante la ola de violencia que sufre la capital Puerto Príncipe, con al menos 150 muertos y 92 heridos desde la pasada semana.
«La nueva ola de violencia en la capital haitiana es presagio de que lo peor está por llegar. La violencia de bandas debe ser detenida y no debe permitirse que el país se sume todavía más en el caos», indicó el alto comisionado en un comunicado.
Los episodios violentos, ocasionados por nuevos intentos de las bandas por lograr el control completo de la capital, han provocado también la huida de más de 20,000 personas de sus casas.
«Los cuatro millones de habitantes de Puerto Príncipe son literalmente rehenes de las bandas, ahora que éstas controlan las carreteras de acceso a la capital», subrayó el alto comisionado austríaco.
Con los nuevos enfrentamientos, el número de fallecidos por la violencia de bandas en lo que va de año es de al menos 4.544 según cifras de Naciones Unidas, mientras que los fallecidos se elevan a 2.060 y los desplazados internos en el país rondan los 700.000, la mitad de ellos niños.
«Esta violencia sin fin y la extendida inseguridad están aumentando la desesperada crisis humanitaria en el país, con graves carencias de alimentos y agua potable y extensión de enfermedades infecciosas en un momento en el que el sistema sanitario está al borde del colapso», señaló Türk.
El Consejo de Seguridad de la ONU debate este mismo miércoles la petición del Gobierno de Haití de transformar la Misión Multinacional de Seguridad (MMS) presente en el país en una fuerza de paz clásica de «cascos azules», aunque con pocos visos de prosperar por la oposición de Rusia y China.
La ONU suspendió temporalmente la entrega de ayuda humanitaria en el país por la imposibilidad de acceso al puerto y al aeropuerto en la capital, debido al grave deterioro de la seguridad.