El ultraderechista Javier Milei, con un discurso crítico hacia la dirigencia política tradicional, se perfilaba el domingo como el precandidato más votado en las primarias en Argentina en las que se definen los aspirantes a la presidencia para los comicios de octubre, según el conteo oficial.
Escrutados más del 70% de los votos, el Ministerio del Interior indicó a su vez que la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ganaba las primarias de la coalición opositora Juntos por el Cambio mientras que el gobernante peronismo se ubicaba en tercer lugar con el ministro de Economía, Sergio Massa, como candidato.
El triunfo de Milei -único candidato del espacio La Libertad Avanza- con 31,75% de los votos, pone en jaque la hegemonía electoral de las dos principales coaliciones que se han alternado en el poder en los últimos años y muestra la frustración de los argentinos con la clase dirigente por su incapacidad para revertir la inflación -que alcanza el 115% interanual-, la inseguridad y la corrupción.
En tanto, Bullrich se alzaba con 16,97% y Massa con 20,91%. En total, Juntos por el Cambio alcanzaba 27,79% de los votos sumando a la exministra de Seguridad y su contrincante, el alcalde de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta y el peronismo obtenía 26,11% -teniendo en cuenta los votos de su otro precandidato, Juan Grabois-.
Milei, de 52 años, propone dolarizar la economía y cerrar el Banco Central para evitar que siga emitiendo pesos y acelere la inflación. Está a favor de la libre portación de armas y de la venta de órganos y en contra del aborto. Afirma que el cambio climático es una mentira y es admirador de los expresidentes de Brasil y Estados Unidos, Jair Bolsonaro y Donald Trump, respectivamente.
Al votar temprano el domingo, Milei dijo a periodistas que miembros de la “casta de políticos aferrados a sus privilegios” intentan estigmatizarlo y que Argentina tiene la oportunidad de cambiar después de décadas de fracasos.
“Esto realmente es muy fuerte y habla del cansancio de la gente sobre la dirigencia política y no encontrar respuestas en dos espacios que en la campaña se han preocupado más en el adentro (de sus estructuras) que en la necesidad de la gente. Milei se convirtió en un ‘rock star’ entre los jóvenes de nivel educativo más alto y luego se volvió un ‘rock star’ para las clases más bajas”, dijo a The Associated Press Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit.
La analista apuntó que el economista devenido en diputado en 2021 empezó a recuperar ventaja en los últimos días por la brusca devaluación del peso y los violentos hechos de delincuencia ocurridos en los alrededores de Buenos Aires “que hizo que la gente se enojara mucho más”.
Franco Lesertessur, de 19 años y estudiante para despachante de aduana que se encontraba en el comando de campaña del Milei, dijo sentirse muy feliz porque su triunfo supone un cambio en el sistema político argentino. “Estamos cansados de vivir así. ¿Por qué yo con 19 años estoy pensando en tener una vida en otro país que no es el mío?”.
El joven indicó que algunas de las opiniones de Milei podrían ser erradas, pero rescató su propuesta para revertir la inflación mediante la dolarización.
Bullrich, de 67 años, se inició en la política en los años 70 en el peronismo de izquierda y luego transitó por distintos espacios hasta situarse en el ala más de derecha de Juntos por el Cambio. Tiene como referente político al expresidente Mauricio Macri (2015-2019), aunque aclaró que no será su títere.
Massa, de 51 años y un moderado dentro del peronismo, mantiene aceitados lazos con dirigentes de Estados Unidos y con el empresariado argentino. En un dirigente aceptado por los mercados financieros.
Más de 35 millones de personas fueron convocadas a participar en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que funcionan como una suerte de test electoral para calibrar las posibilidades de las fuerzas políticas y sus precandidatos de cara a las presidenciales del 22 de octubre.
En las primarias también se definen los aspirantes a ocupar 24 bancas del Senado y 130 de la Cámara de Diputados del Congreso nacional, además de los candidatos a la alcaldía de la Ciudad de Buenos Aires y del gobierno de la provincia homónima, entre otros cargos. El voto es obligatorio.
Varios precandidatos llamaron a la ciudadanía a participar ante el temor de que, debido a la decepción con la clase política, la abstención fuera mayor que en otras primarias celebradas en el pasado.