El canciller dominicano Roberto Álvarez acudió nuevamente al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, donde señaló que a cuatro meses de haberse aprobado el despliegue de una fuerza multinacional de apoyo a la seguridad de ese país, esto aún no se ha concretado.
Mientras tanto, advirtió, Haití está “a las puertas del abismo”, debido a la violencia e inseguridad que imponen las pandillas al pueblo haitiano.
En su novena intervención ante este órgano de la ONU, para abordar la crisis en Haití, el ministro de Relaciones Exteriores destacó que la aprobación de la resolución 2699 significó “un halito de esperanza» dentro del cuadro crítico que presenta ese país.
Sin embargo, agrego, “lamentablemente, en particular para los que viven bajo el terror cotidiano de las bandas, esta misión, aún no ha sido desplegada”.
LOS RIESGOS DE NO ACTUAR
Cada día de inacción, anotó el canciller, “es una nueva oportunidad para las organizaciones criminales aumentar su poder y expandir su control. Esta injustificada tardanza tiene consecuencias graves”.
Expresó que el desarrollo en democracia de Haití es “un factor ineludible para asegurar la sostenibilidad permanente del progreso dominicano, por lo que República Dominicana no se cansará nunca de abogar por la estabilidad en ese país y que vuelva la paz al pueblo haitiano”.
Al dirigirse ante el Consejo de Seguridad, el ministro de Exteriores les recordó que está en sus manos, como tarea pendiente, “frenar la catastrófica situación que vive Haití, que continúa poniendo en riesgo la paz y la seguridad en la región. Si el despliegue de las tropas no se materializa cuanto antes, tendremos que seguir lamentando la falta de resultados positivos que tanto anhela el pueblo haitiano”.
“Esta crisis no puede esperar más, actuemos ya, sin vacilaciones”, dijo el ministro.
El canciller se refiriera al tráfico ilícito de armas que ingresan a Haití, negando que República Dominicana sirva de puente para el trasiego de esos contrabandos.
“Esto carece de lógica, llevándonos a pensar que lejos de querer encontrar formas de apoyar y viabilizar una solución que cuenta con el apoyo de la comunidad internacional, hay aún sectores que se aferran a la búsqueda de desviaciones de la realidad para dilatar acciones largamente esperadas”.