Todo comenzó en San Francisco de Macorís, con un ganadero
Visionario y su deseo de hacer las cosas bien. La historia de Quesos Oleaga es una crónica de trabajo arduo, formación constante y compromiso familiar; donde cada generación ha sabido construir sobre los cimientos de la anterior.
Don Juanito Oleaga tenía su finca, vacas y un sentido comercial innato. Además de vender su producción lechera, su trabajo como agente comercial le permitió tejer una amplia red de contactos. En los años 80 la crisis ganadera afectó los precios de la leche, obligando a muchos productores —incluido él—a reinventarse.
Ahí entra su hijo, don Darío, actual presidente de Quesos Oleaga, quien adoptó la calidad como principio rector por su formación bajo el Dr. Mueses como mentor, un reconocido experto dominicano en el procesamiento de lácteos. Con visión y determinación, propuso diversificar la finca y apostar por la elaboración de quesos y fue pionero en la fundación de gremios como ADOPROLAD (Asoc. Dominicana de Procesadores de Lácteos). Don Juanito, confiando en su hijo, dio el sí que transformaría el destino de la familia.

De esa decisión nació una empresa que hoy celebra más de tres décadas de historia. Inspirados por la tradición, pero con la vista en el futuro, los Oleaga apostaron por crear un producto auténticamente dominicano: el queso blanco de hoja. Al poco tiempo, su producción creció a tal punto que pasaron de vender leche a terceros a dedicarse por completo a la fabricación de quesos. Actualmente, adquieren 18,000 litros diarios de leche a ganaderos del Cibao Central y elaboran cerca de 8,000 unidades de queso mensuales.
Esta trayectoria no ha sido sin retos, tal como la apertura comercial que inundó el mercado con productos importados a precios muy bajos en los 90s. Sin embargo, los Oleaga no se rindieron. Abrieron un parador en la entrada de su pueblo vendiendo directamente su producción, lo que les permitió crecer y rediseñar su estrategia. Esa apuesta los llevó, a tener hoy día presencia en seis puntos de venta a nivel nacional.
La innovación ha sido una constante. Hoy producen más de 30 variedades, entre ellas queso crema, ricota, y versiones con hierbas y especias. Nuevos proyectos continúan marcando su evolución, como el queso ahumado, de romero y un queso premium que llevará el nombre de don Juanito. La tercera generación ya está dejando su huella. Darío José, ingeniero en Tecnología de Alimentos, se incorporó como gerente general con una visión moderna y un enfoque de innovación. Su liderazgo ha sido clave en la expansión de la planta y en el desarrollo de nuevas líneas de productos, tal como la producción de marcas privadas para CCN. El vínculo entre ambas empresas ha sido una alianza estratégica que impulsa el crecimiento mutuo. Desde que comenzaron como suplidores de CCN en 2014, la relación se ha fortalecido y hoy su producción abastece también a más de 40 tiendas

de Supermercados Nacional, Jumbo y MercaJumbo. También ha llevado mayor desarrollo de la empresa. “Con un cliente como CCN nos sentimos comprometidos a superarnos cada día, a ofrecer más y mejores productos”, comenta.
Gracias a esta colaboración, en el 2023 Oleaga amplió su portafolio para elaborar yogures de la marca
Líder, alcanzando una producción anual de 720 mil litros, y el desarrollo de un nuevo producto para la marca: la mantequilla, produciendo 30 mil unidades mensuales. “La relación con el equipo de CCN es muy cercana; siempre estamos atentos a lo nuevo que podemos ofrecer, a cualquier detalle por mejorar y a cómo podemos innovar para seguir creciendo juntos”, afirma Darío José.
Hoy, Quesos Oleaga es el reflejo de cómo la pasión,la dedicación y el trabajo en equipo transforman los desafíos en oportunidades. Tres generaciones después, la familia Oleaga continúa avanzando con el mismo espíritu pionero que dio origen a la empresa: mantener la calidad como esencia, la innovación como impulso y la colaboración como camino para seguir creciendo. Con aliados estratégicos como CCN y un compromiso constante con la excelencia, Quesos Oleaga reafirma su propósito de seguir evolucionando, llevando el sabor, la tradición y el orgullo dominicano cada vez más lejos.