José Augusto Rodríguez Sánchez, conocido como “El Rubio”, residente de Villa Mella en Santo Domingo Norte y principal acusado dentro de la operación “Kraken”, se desempeñó como coordinador y uno de los principales líderes de la organización criminal.
En la operación se dedicaba a recibir, almacenar, transportar y entregar sustancias ilícitas destinadas a su colocación en contenedores, así como en contactar empleados y transportistas que operan en el Puerto Multimodal Caucedo, ubicado en punta Caucedo en Boca Chica. Esto con la finalidad de contaminar contenedores que luego serían enviados a los Estados Unidos o Europa.
Junto a Cleudi Zapata, mejor conocido como “Pelota”, coordinaba el acercamiento con los empleados y miembros de seguridad del puerto, para facilitar la introducción y exportación de los narcóticos en contenedores contaminados dirigidos al extranjero.
Además, Rodríguez ejerció labores de supervisión directa sobre la logística de las operaciones, asegurando la coordinación entre los distintos actores de la estructura ilícita y garantizando la continuidad de las actividades delictivas. Con el dinero obtenido, constituyó razones sociales y creó negocios para dar apariencia legítima a las ganancias obtenidas de dicha actividad.
Acción de las autoridades
El Ministerio Público, luego de recibir informaciones de fuentes que alertaban sobre operaciones de introducción de grandes cantidades de drogas en las costas de la provincia de Barahona, desarrolló una investigación dentro de la provincia. Es así, que obtuvieron datos que evidenciaban al imputado en coordinación Augusto Rodríguez, en el modus operandi de la organización criminal, a través de interceptaciones telefónicas.
Rodríguez mantenía contacto con una persona actualmente no identificada para coordinar los aspectos logísticos relacionados con las actividades de contaminación con drogas y sustancias controladas de contenedores en el puerto. Gracias a esto, las autoridades se percataron del cuidado del imputado en el uso de los teléfonos, puesto que, este advertía sobre no llamar a ciertas líneas porque ya se encontraban interceptadas, entre ellas la línea del puerto.
Durante uno de los procesos de contaminación de un contenedor, las unidades de seguridad registraron la labor de transporte de las sustancias controladas y las drogas, no obstante, ante esto el imputado José Augusto Rodríguez Sánchez, no se inmutó. El mismo continuó utilizando las vías telefónicas para coordinar las actividades de narcotráfico.
Lo que evidenció la clara determinación de Rodríguez por continuar sus labores ilícitas, demostrando su desinterés ante la posibilidad de ser descubierto y detectado por las autoridades.
Mediante una de las llamadas interceptadas por los organismos oficiales Rodríguez admitió trabajar en el puerto, confirmando su complicidad en la operación del Puerto Multimodal Caucedo, igualmente reveló su conocimiento sobre las rutas, movimientos portuarios y estructuras logísticas.
A causa de los constantes movimientos realizados por el imputado José Augusto, el Ministerio Público, junto al Centro de Información y Coordinación Conjunta (CICC) de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), activó los protocolos de seguridad correspondientes para detectar cualquier irregularidad dentro de las inmediaciones del Puerto Multimodal Caucedo.