Una serie de drones kamikaze cargados de explosivos impactaron el lunes en diversos puntos de la capital ucraniana, incendiando edificios, abriendo un agujero en uno de ellos y obligando a la población a resguardarse o a intentar derribarlos a tiros, en lo que el presidente de Ucrania aseguró era un intento de Rusia de aterrorizar a los civiles.
El uso concentrado de drones kamikaze fue la segunda ofensiva a gran escala en igual número de semanas, luego de meses en que los ataques aéreos se habían convertido en algo raro en el centro de Kiev. Los ataques sembraron temor entre la población mientras los estallidos estremecían la ciudad. La ofensiva se centró en instalaciones energéticas, y un dron prácticamente derrumbó un edificio residencial, matando a cuatro personas, indicaron las autoridades.
Se podían escuchar disparos constantemente, al parecer de soldados que intentaban derribar los dispositivos, mientras los drones Shahed de fabricación iraní volaban sobre la ciudad. Otras personas corrían a resguardarse, volteando constantemente en al cielo. Pero tristemente Ucrania se ha acostumbrado a los ataques luego de casi ocho meses de invasión rusa, y la población reanudó sus actividades cotidianas mientras los cuerpos de rescate examinaban los escombros.
Ataques previos de Rusia contra Kiev habían sido con misiles. Los analistas creen que los drones Shahed, de movimiento más lento, pueden programarse para impactar con precisión ciertos objetivos mediante GPS, a menos que el sistema sufra un desperfecto.
También el lunes, un avión de combate ruso Su-34 se estrelló en una zona residencial del puerto ruso de Yeysk, en el mar de Azov, luego de sufrir una falla en el motor, lo que provocó la muerte de por lo menos cuatro personas y causó lesiones a otras 25 en tierra, donde el impacto generó un incendio que abarcó varios pisos de un edificio residencial de nueve niveles, indicaron las autoridades. Seis personas fueron reportadas como desaparecidas. Ambos tripulantes, que se encontraban en una misión de entrenamiento, lograron ponerse a salvo, indicó el Ministerio de Defensa de Rusia. En Kiev, el alcalde Vitali Klitschko dijo que la ofensiva del lunes se produjo en oleadas sucesivas de 28 drones, en lo que muchos temen que se pueda volver un modo de ataque mucho más común en momentos en que Rusia intenta no agotar sus reservas de misiles de precisión de largo alcance.
Cinco drones cayeron sobre la capital, dijo el primer ministro Denys Shmyhal. En la región de Kiev se derribaron al menos otros 13 que volaban desde el sur, indicó Yurii Ihnat, portavoz de la fuerza aérea de Ucrania.
Uno de los ataques parecía dirigido a la red de calefacción de la ciudad, al hacer blanco en un centro de operaciones. Otro de los drones se estrelló contra un edificio residencial de cuatro pisos, dejando un enorme boquete que derrumbó al menos tres apartamentos. Se recuperaron cuatro cuerpos, incluyendo el de una mujer con seis meses de embarazo y su esposo, declaró Klitschko. Una anciana y otro hombre también murieron en el lugar.
Sepa más
Punta explosiva.
Un fotógrafo de Associated Press captó uno de los drones con su cámara, y se podían ver claramente sus alas en forma de triángulo y su pronunciada punta explosiva.
Zelenski.
“Toda la noche y toda la mañana, el enemigo aterroriza a la población civil”, dijo el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en redes sociales. “El enemigo podrá atacar nuestras ciudades, pero no podrá doblegarnos”, puntualizó el gobernante.