El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva volvió a reunirse este lunes con religiosos y reforzó su apuesta en los votantes católicos para contrarrestar al presidente Jair Bolsonaro, quien se ha alzado como adalid de los valores cristianos.
Lula, favorito para las elecciones del 30 de octubre, encabezó un acto con monjas y curas de corriente progresista en Sao Paulo, en el marco de una campaña electoral en el que la religión se ha convertido en uno de los asuntos centrales de ambos candidatos.
El exmandatario recibió una carta firmada por los religiosos, en la que alertaron del «peligro real» que enfrenta el régimen democrático, en una referencia velada a Bolsonaro, y expresaron su confianza en Lula a la hora de garantizar la libertad religiosa en el país, lo que ha sido objeto de bulos por parte del bolsonarismo.
Lula, quien aspira a su tercer mandato, participó de cánticos religiosos junto a su esposa, Rosangela «Janja» Silva, y se santiguó ante una pequeña estatuilla de la virgen de Nuestra Señora de Aparecida, la patrona de Brasil.
«No vine a pedir votos para mí, porque sé que van a votar en mí, sino porque ese país va a cambiar», afirmó Lula, quien cuenta con el apoyo mayoritario de los católicos, mientras que Bolsonaro tiene el respaldo de los cristianos evangélicos.
El encuentro del líder del Partido de los Trabajadores (PT) con religiosos se produce tan solo una semana después de la visita del líder de la ultraderecha brasileña al Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, en la ciudad homónima.
La visita al mayor santuario de Brasil, sin embargo, acabó convirtiéndose en una piedra en el zapato para Bolsonaro, quien tiene como lema «Brasil encima de todo y Dios encima de todos».
Durante la misa en honor a Aparecida, algunos de sus seguidores abuchearon al arzobispo Orlando Brandes durante un sermón en el que pidió combatir el «dragón» de la mentira», del hambre y del desempleo, un episodio del que Lula se hizo eco este lunes.
«Nunca había visto un Brasil invadido por el odio como una parte de la sociedad brasileña lo está hoy. He leído noticias sobre curas siendo atacado en la misa porque están hablando de pobreza, defendiendo la democracia», aseguró el antiguo sindicalista.
«Son atacados por personas que siempre convivieron con nosotros y que nosotros no sabíamos que tenían tanto odio dentro. Ese odio es como si fuese un capullo abierto», agregó.
CARDENAL SCHERER, ACUSADO DE IZQUIERDISTA POR EL ROJO DE SU SOTANA
La tensión electoral en Brasil salpicó al cardenal y arzobispo de Sao Paulo, Odilo Scherer, tras hacer pública una reflexión sobre las discusiones políticas.
«La fe en Dios permanece después de las elecciones; así, los valores morales, la justicia, la fraternidad, la amistad, la familia… ¿Vale la pena poner todo eso en riesgo al calor de la discusión política?», cuestionó el cardenal en sus redes sociales.
Tras sus palabras, Scherer recibió una avalancha de críticas y se vio obligado a salir al paso tras ser acusado por algunos internautas de apoyar a la izquierda debido al rojo de su sotana, el color usado por los cardenales.
«Si alguien se sorprende con mi ropa roja (perfil), que sepa que el color de los cardenales es el rojo (sangre), simbolizando el amor a la Iglesia y la prontitud al martirio, si fuera necesario. Que Dios les bendiga a todos. Pero… ¡Nadie hiera a nadie!», explicó.
El cardenal también recalcó su creencia en Dios y su posición contraria al aborto y a favor de la familia.
«Tiempos extraños esos nuestros! Conozco bastante la historia. A veces, me parece revivir los tiempos de ascensión al poder de los regímenes totalitarios, especialmente el fascismo. Es necesario tener mucha calma y discernimiento», resaltó el cardenal.