A partir de las nueve de la noche de este viernes, y hasta las cinco de la mañana del lunes, el Puente Juan Pablo Duarte será cerrado en su totalidad para reparar las juntas que han presentado problemas de adherencia luego de que las mismas fueran instaladas a finales del pasado año.
Los comentarios de las personas no se han hecho esperar, con múltiples quejas de que el paso entre el Distrito Nacional y el municipio de Santo Domingo Este será “insoportable” esas 53 horas en que el Puente construido en 1955 estará cerrado por completo.
Esas denuncias ha sacado al escaparate público la pregunta de qué ha pasado con los anunciados puentes que pasarán sobre el río Ozama, y que enlazará las calles Manuela Diez con Puerto Rico (justo en medio de los puentes Duarte y Francisco del Rosario Sánchez) y el otro que reemplazaría en funcionalidad al denominado “Puente Flotante” en los alrededores de Sans Souci.
El anuncio de esos puentes fue realizado en noviembre del 2020 por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicación (MOPC), luego en febrero del 2021 el foco solo cambió al que sería construido para conectar los sectores de La Cienaga con el Ensanche Ozama ya que afirmaron que tendría una inversión de US$49 millones y que solo en el diseño, ese mismo año se gastarían RD$78 millones.
Un reportaje del LISTÍN DIARIO, publicado el 24 de enero de 2021, indica que esa estructura tendría una extensión aproximada de 750 metros y que su construcción requeriría posiblemente el desalojo de viviendas, locales comerciales y hasta espacios públicos.
Esa misma publicación al menos del lado del Distrito Nacional señala que en ese tramo igual hay una cantidad considerable de personas habitando cerca de uno de los puntos de inicio de este puente. Específicamente, donde termina la calle Manuela Diez, hay una serie de residencias, locales comerciales, una oficina de abogados y diversos puestos de venta ambulante, que serían “desalojados”.
Sin embargo, a más de dos después, no se han vuelto a revelar nuevos detalles con relación a ese puente.
El cierre del Duarte
Mediante un comunicado de prensa, Obras Públicas señaló que empresa contratista Proyectos Industriales, S. A. (PINSA), responsable de su reparación, pidió cerrar el puente para “garantizar el fraguado”.
“Durante la ejecución del proyecto, en estas juntas el mortero no fue adherido correctamente al mortero existente, debido a las altas vibraciones producidas por los vehículos pesados al momento del fraguado; dado que esto se ejecutó con dos carriles habilitados para servicios al tránsito”, dijo Massiel Sarita, directora de Proyecto de Pinsa en nota de prensa.
A principios de esta semana el viceministro de Mantenimiento Vial, Santana Rincón, explicó que la anomalía que presenta la colocación de las nuevas juntas en nada perjudica el libre flujo vehicular, ni pone en peligro la vida de los usuarios, ni afecta la estructura en sí.
El año pasado al puente se le colocaron nuevas juntas expansivas, para corregir el pronunciado deterioro que presentaban las anteriores, que llevaban varios años sin ser removidas, lo que provocaba contratiempos en el tránsito vehicular y deterioro de los vehículos.