«Tenemos muchos malos genes en nuestro país», afirmó el expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump sobre cientos de miles de migrantes, tras decir que «envenenan la sangre» estadounidense y comen mascotas.
Al igual que en la campaña electoral de 2016, la migración irregular por la frontera con México es el tema predilecto de Trump, cuya retórica parece radicalizarse a medida que se acerca la fecha de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
En una entrevista con el programa de radio The Hugh Hewitt Show, difundida este lunes, Trump acusó a su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, de haber permitido la entrada de «asesinos».
«¿Qué le parece permitir la entrada de personas a una frontera abierta, 13.000 de las cuales eran asesinos, muchos de ellos asesinaron a mucho más de una persona?», comentó. «Ahora viven felices en Estados Unidos».
Trump usa estas cifras para estigmatizar a los migrantes y asegura que entraron en el país durante el mandato de Joe Biden.
En realidad, según el Departamento de Seguridad Interior (DHS), los datos «se remontan a décadas atrás» y algunos entraron en el país «en los últimos 40 años».
«Sabes, un asesino, yo lo creo, está en sus genes», declaró en la entrevista de radio. «Tenemos muchos malos genes en nuestro país en este momento», añadió.
«Han entrado en nuestro país 425.000 personas que no deberían estar aquí y que son criminales», sostuvo Trump, quien amenaza con una deportación masiva si recupera las llaves de la Casa Blanca.
Desde que entró en campaña, Trump ha agitado el miedo al migrante, con amalgamas y exageraciones de cifras.
Los migrantes «están matando a nuestro país, están matando a nuestra gente», «envenenan la sangre del país» y «violan a jóvenes estadounidenses», afirma el expresidente, que acuñó el término: el «crimen migrante».
Repite en sus mítines que «millones y millones» de migrantes provienen de «prisiones y cárceles, de instituciones mentales y manicomios».
En realidad, los cruces de migrantes por la frontera con México han caído, sobre todo desde junio. La patrulla fronteriza estadounidense dio cuenta de 107.503 interceptaciones en agosto en comparación con más de 300.000 en diciembre pasado.
Harris acusa a Trump de haber boicoteado un proyecto de ley bipartidista que hubiera permitido restringir el flujo de migrantes y aumentar el número de agentes fronterizos. El ala dura de los republicanos lo sentenció a muerte por considerarlo demasiado flojo.