Como un fenómeno interestelar o alguien salido de una dimensión desconocida, en el 2024 apareció, diría más bien que irrumpió en las Mayores el talentoso Tarik Skubal.
La magnífica temporada del zurdo ha coincidido con el gran año de los Tigres de Detroit, un conjunto que conquistó su último título hace 40 años (en 1984) y tenía 10 campañas sin asistir a la postemporada.
Norteamericano con nombre árabe que significa estrella de la mañana, el zurdo no las tuvo tan fácil desde su época universitaria, pues fue sometido al proceso Tommy John en el 2016, perdiendo toda la campaña colegial del 2017. Aun en esa condiciones Arizona lo seleccionó en la ronda 29 del Sorteo Universitario del 2017, rechazando dicha oferta para ser firmado después por Detroit en la ronda 9 del 2018, consiguiendo un bono de 350 mil dólares.
Para el 2019 MLB Pipeline lo colocó como el prospecto número 20 de Detroit. Todavía tenía mucho por hacer en su camino a las Mayores, sobre todo por su reciente cirugía. Para el 2020 subió de escala, colocándose en el cuarto puesto entre los prospectos de los Tigres. Lo etiquetaban como un hombre que en el futuro podría convertirse en un tercer abridor de la rotación de Detroit.
Sus primeras dos campañas no fueron nada impresionantes (1-4 5.63 en 2020; 8-12 4.34 al año siguiente). En el 2022 Tarik se convierte en un hombre confiable en el cuerpo de abridores, sin embargo el fantasma de las lesiones volvió a aparecer al presentarse una fatiga en el hombro izquierdo, finalizando su campaña en los primeros días de agosto y saliendo del béisbol hasta julio del 2023, o sea prácticamente durante una campaña completa.
El 2024 le cambió la vida a un hombre que no había ganado más de ocho encuentros en una temporada. Encabezó la Liga Americana en todos los departamentos del picheo (18-4 2.39, 228 ponches, solo 35 transferencia, 0.92 de WHIP, .201 de bateo de la oposición). Empató o superó a nivel de MLB en casi todos los departamentos a Chris Sale, el amo y señor del picheo de la Liga Nacional en el 2024.
Tarik marcó su territorio en la serie regular, ampliando su dominio y fama en la postemporada. Amarró a los Astros en la Serie de Wild Card y maniató a los Guardianes en una demostración de dominio total ante la recia ofensiva de Cleveland en su casa (siete ponches, sin transferencias y tres hits permitidos). Se unió a un pequeño círculo de lanzadores, cinco en total, que no permiten carreras en sus primeras dos salidas de postemporada (el primero fue el legendario Christy Mathewson en 1905).
La clave para Skubal ha sido el dominio del cambio de velocidad. Lo que aparentaba ser su cuarto lanzamiento, ni siquiera se mencionaba en su tiempo de prospecto, se ha convertido en un arma letal, el mejor cambio de todo el béisbol. De lejos se ve a los bateadores adivinando en el home al combinar un picheo de 88 millas con una recta de 98 MPH. El comando, control y estabilidad en la lomita hacen ver a este zurdo como un animal de galaxia, como un ser que apareció de otra dimensión.