La tarde del sábado 18 de noviembre de 2023 se vislumbraba como un día más, acompañado de fuertes lluvias como lo había anunciado el Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet) en su acostumbrado boletín de las 6:00 de la mañana; sin embargo, nadie tenía previsto las tragedias que causarían estas precipitaciones.
Torrenciales lluvias caían en el Gran Santo Domingo y como es de costumbre, las principales avenidas de la ciudad no tardaron en inundarse y convertir el tránsito en un caos.
Alrededor de las 4:00 de la tarde ocurrió lo impensable, producto de la copiosa lluvia y filtraciones en la infraestructura una pared lateral del desnivel de la avenida 27 de Febrero se derrumbó y cayó sobre varios vehículos que transitaban por el lugar.
Un equipo de periodistas de Listín Diario fue de los primeros en llegar al lugar. Las imágenes parecían de una película de terror, más de cinco vehículos aplastados por la pared, mientras se desconocía si las personas a bordo seguían o no con vida. Desesperación, preocupación y consternación era lo que se reflejaba en caras de los curiosos que se acercaban al lugar, mientras preguntaban si había algún sobreviviente o el estado de los que estaban en los automóviles afectados.
A la espera de los organismos de rescate, decenas de ciudadanos se esforzaban en mover los escombros con la esperanza de sacar algún sobreviviente, pero sin maquinaria alguna esto parecía una misión imposible.
Posteriormente, un camión del cuerpo de bomberos y varias ambulancias se presentaron al lugar y así se fueron sumando otros organismos con martillos y utensilios, para romper las paredes y poder sacar a un hombre de un automóvil.
Aproximadamente a las 5:00 de la tarde fue sacado el primer cuerpo de los escombros, el hombre tenía una camisa morada y un pantalón jean azul; su cuerpo fue montado en una camilla y trasladado en una ambulancia, en ese momento los paramédicos no ofrecieron detalles de su estado de salud, pero los curiosos murmuraban “ese está muerto”.
Para agilizar la llegada de otras brigadas y garantizar la seguridad de los ciudadanos, el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) suspendió el tráfico desde la avenida 27 de Febrero hasta la Tirandentes (para el tráfico que viene del oeste); también cerró la avenida Máximo Gómez desde la John F. Kennedy hasta la 27 de Febrero.
La circulación por los túneles y elevados de la venida 27 de Febrero también fueron suspendidos.
En la pared que sufrió el derrumbe se mantenía una especie de cascada de agua, que a su vez inundaba el desnivel y con las incesantes lluvias, era difícil para los rescatistas cumplir con su trabajo. Grúas, plantas succionadoras de agua, equipos de iluminación, picos, palas, taladros y decenas de personas continuaban levantando escombros.
Al llegar la noche, todo el perímetro fue cerrado y acordonado por agentes de la Policía Nacional, al momento que las autoridades sacaban los cuerpos de las víctimas y los transportaban en ambulancias. Además, preguntaban por familiares que pudieran reconocer los cuerpos.
Conforme pasaron las horas, los equipos continuaron trabajando y de esa forma fueron retirados otros cuerpos de las victimas letales, aunque las autoridades no ofrecieron detalles en ese momento.
A raíz del infortunio provocado por el disturbio tropical, el presidente Luis Abinader a través del decreto 584-23 declaró como no laborable, en el sector público y privado, desde las 10:00 de la noche del sábado hasta las 7:00 de la mañana del lunes 20 de noviembre.
De igual modo, mediante el Decreto 585-23, Abinader declaró de emergencia las compras y contrataciones de bienes y servicios para ser utilizadas en las labores de ayuda humanitaria, rescate, construcción y reconstrucción de las obras que sufrieron daños por los torrenciales aguaceros.
En tanto que la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret), extendió el servicio del Metro de Santo Domingo hasta las 12:00 de la medianoche y de manera gratuita Asimismo, el Teleférico de Santo Domingo ha sido suspendido temporalmente por razones de seguridad.
Además, el mandatario creó mediante el Decreto 603-23 la Comisión de Supervisión de Infraestructuras Públicas ante el Cambio Climático, presidida por el geólogo Osiris de León, con la finalidad de identificar las vulnerabilidades de las obras construidas sobre lugares que representan mayor riesgo de deterioro, como consecuencia de los cambios extremos que implica el cambio climático.