Los números para Beatríz Pirón no son solo las libras que levanta en la plataforma. Son parte de su esencia.
Desde niña se enamoró de las matemáticas —esa materia que muchos evitan, pero que a ella le fascinó— y ahora, luego de más de 15 años de esfuerzo entre discos, viajes y competencias, suma un logro que no pesa en músculo, pero sí en orgullo: es profesional en Contabilidad.
“Pocos medios han hablado de eso”, reconoció con una mezcla de gratitud y reclamo suave. “Siempre resaltan lo malo, los problemas, pero lo bueno casi nunca lo mencionan”.
Y es cierto, entre tantas noticias: victorias y pérdidas, logros y no tan logros, pocos supieron que la pesista dominicana también duró nueve años estudiando, superando exámenes y trasnochándose para convertirse en contadora, mientras criaba a tres hijos y entrenaba para representar al país en escenarios mundiales.
Sus hijos —una de 14 años, otro de 11 y un pequeño de cuatro, son amantes al deporte, pero el “Benjamín” del grupo es quien está tras sus huellas.
“El chiquito es el que quiere seguir mis pasos en la halterofilia. La más grande juega voleibol, y el del medio quiere ser pelotero. Obviamente ellos son los que deciden lo que quieren ser, y yo como madre los apoyo”, sostuvo Beatríz.
Los olímpicos
Un momento difícil que contó la atleta fue el hecho de detenerse cuando estaba tan cerca de clasificar a los Juegos de Tokio 2020, no por decisión propia, sino obligada, debido al coronavirus.
“La peor noticia que he recibido fue cuando cerraron el país por la pandemia. Ya estaba a punto de clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio y se detuvo todo”, puntualizó.
Aun así, no se rindió. Luchó contra la incertidumbre, entrenó como pudo en medio del encierro, y al final logró estar allí, que fue su tercero de cuatro Juegos Olímpicos que tiene en su currículum.
¿Le lastima no haber ganado una medalla olímpica, o haberse quedado tan cerca de obtenerla y no lograrlo? NO.
“No tener una medalla olímpica no es una espina clavada”, afirmó sin titubeos. “Al contrario, me siento feliz de haber ido a cuatro Juegos Olímpicos. No es algo que muchas pueden decir”, y así es.
Única en su clase
De hecho, es la única mujer dominicana que ha asistido a cuatro ediciones, y solo ella y Félix Sánchez comparten ese privilegio en todo el país.
Pero Pirón no vive del pasado. Aunque su historial está repleto de logros —medallista mundial, campeona panamericana y centroamericana—, su mirada está puesta en el 2026. Ese año, los Juegos Centroamericanos y del Caribe se celebrarán en Santo Domingo, y aunque República Dominicana ya tiene plaza asegurada como país anfitrión, Beatríz deberá ganarse el único cupo disponible en su categoría (53 kg). Lo hará a finales de este año, en el clasificatorio nacional.