Hay que sintonizar la Fórmula Uno.
Después de 21 carreras, la lucha por el título está empatada rumbo a la prueba decisiva este domingo en Abu Dabi. Por primera vez desde 1974, los líderes del campeonato llegan igualados en puntos para el último mano a mano entre Lewis Hamilton y Max Verstappen.
El primer piloto en cruzar la meta será coronado campeón.
Un título de Hamilton le permitirá quedar con una cifra récord de ocho, rompiendo el empate con el legendario Michael Schumacher. Una victoria de Verstappen le dará su primer título, un logro consagratorio que su padre y guía, Jos, nunca alcanzó en su propia trayectoria como piloto, la cual incluyó una etapa como compañero de Schumacher.
Los productores de ‘Drive to Survive’, la serie documental de Netflix que ha fomentado la popularidad global de la F1 en los últimos años, deben estar relamiéndose con el acto final de su guión. Muy pocos se aventuraron a pronosticar un cierre tan apasionante para esta sensacional temporada.
Hamilton y Verstappen no se han dado tregua en las pistas durante todo el año. Sus escuderías se han enfrascado en dimes y diretes sobre casi todo. Hasta dos veces en la temporada, ambos pilotos provocaron choques que averiaron el monoplaza del adversario.
Red Bull acusó a Hamilton de una “maniobra temeraria” y “manejo peligroso” cuando un impacto en Silverstone hizo que Verstappen fuera trasladado al hospital para ser evaluado. Los dos salieron ilesos, cuatro carreras después, en un choque en Monza, con el monoplazado encaramándose encima del Mercedes de Hamilton.
La novena victoria de Verstappen el mes pasado en Ciudad de México le dejó con una ventaja de 19 puntos al tope de la clasificación de pilotos, con todo a su favor.
Hamilton, ganador de los últimos cuatro campeonatos, respondió hilvanando tres victorias para igualar a Verstappen al cabo de la primera edición del Gran Premio de Arabia Saudita el domingo.
La primera incursión de la F1 a Arabia Saudita deparó una comedia de errores e indecisiones. Incluyó tres largadas por apenas cuarta vez en la historia de la F1, dos banderas rojas y el ingreso del auto de seguridad en múltiples ocasiones. Cinco pilotos abandonaron por choques. En una medida poco usual, Red Bull recibió el beneficio de negociar una penalización contra Verstappen. Toto Wolff se desesperó tanto que azotó sus audífonos. Hamilton embistió la parte trasera de su rival y acabó ganando la carrera.
Hamilton tildó a Verstappen de “loco”, añadiendo una frase vulgar, por la rado del equipo. Verstappen cerró la boca cuando le pidieron que fuera a fondo con sus críticas a los comisarios de la carrera.
“No quiero desperdiciar mucho tiempo al respecto porque no quiero generar titulares”, dijo el neerlandés. “Ellos (los comisarios) no se lo merecen”.
Son dos pilotos muy distintos dentro y fuera de la pista.
Hamilton, quien cumplirá 37 años en enero, es el único piloto de raza negra en la F1 y ha dedicado las últimas dos temporadas empleando su plataforma global para abordar temáticas sobre justicial social y racial. También se ha pronunciado sobre los derechos humanos durante el tramo de tres carreras en Medio Oriente, luciendo un casco con los colores del arcoiris como gesto solidario a la comunidad LBGTQ+ y llamando la atención sobre la legislación de las bodas gay. Después de Monza, tomó un vuelo a Nueva York para participar de la Gala del Museo Metropolitano de Arte, donde Hamilton adquirió toda una mesa en respaldo de diseñadores de moda negros.
Su activismo queda en segundo plano una vez se pone al volante de su Mercedes.
Verstappen apenas tiene 24 años, con mucho por aprender. Se cuida de caer en las polémicas y prefiere los videos juegos que participar en las fiestas. También ha mostrado una audacia en la pista que Wolff ha advertido podría propiciar que el campeonato se decida con un aspirante sacando de carrera al otro.
Después de la victoria el domingo en Yeda, Hamilton mencionó reiteradamernte su vasta experiencia en la F1 y su récord de siete títulos. Quizá buscaba intimidar a Verstappen.
Ambos difieren cuando debaten las reglas de competición. Verstappen se salió de una curva para irse al frente en Arabia Saudita, pero recibió la orden de ceder la posición como castigo. Al desacelerar para que Hamilton le rebasara, el británico acabó golpeando la parte trasera del Red Bull.
Evitaron mirarse a los ojos al sentarse juntos en la rueda de prensa tras la carrera.
El domingo en Abu Dabi, donde Hamilton ha ganado cinco veces y Verstappen se impuso de punta a punta el año pasado, los dos se jugarán el todo por el todo. Ambos equipos están listos.
“Es una pelea hasta con la sartén, así ha sido durante todo el año”, dijo el jefe de Red Bull Christian Horner. “Tenemos una oportunidad y llegó la hora de tomarla”.