LA HABANA.- Los sacerdotes de la santería cubana se reunen para dictar su oráculo para el año nuevo 2022.
Vestidos de blanco y al son de los tambores predicen un año de esperanza, aunque también prevén un peligro de complot, violencia en las relaciones, enfermedades y riesgos por las multitudes.
Además piden «respeto a la diversidad» de pensamiento para «lograr una convivencia armónica» en la isla, aunque sin hacer referencia a las históricas protestas del pasado 11 de julio que dejaron un muerto, decenas de heridos y más de 1.300 detenidos. El país vive su peor crisis económica en casi 30 años con una grave escasez de alimentos y medicinas.
Una «tumba fría» muy preocupante…
Victor Betancourt, babalao, miembro de la Comisión de la Carta del Año no ve una catástrofe como tal, pero sí un incremento de las muertes. Ve el signo de la «tumba fría» como algo preocupante…
La santería, que mezcla el catolicismo con la fe tradicional africana yoruba, es seguida por muchas personas en Cuba, donde casi un tercio de los 11,2 millones de habitantes son afrodescendientes.
Obatalá regirá el 2022
El año 2022 estará gobernado por el orisha Obatalá, creador de la Tierra y de los pensamientos, que en la sincretización cultural es identificado con la Virgen de las Mercedes.
Los babalaos, o sacerdotes de la religión lukumí escriben las «predicciones de Ifá», en una gacetilla conocida como la «Letra del Año».una tradición con casi 200 años en Cuba.