Una de las cualidades que definen la creatividad de un autor es la capacidad de tomar una historia clásica,que ha sido objeto de múltiples adaptaciones, manoseada y explorada desde muchos puntos de vista, y encontrar un aspecto, que sin dejar de tener la esencia de la obra, ofrezca una trama diferente y atractiva.
Eso es lo que ha logrado el cineasta Matt Reeves con “The Batman”, un personaje que ya tuvo versiones relevantes en la gran pantalla, entre ellas las realizadas por Tim Burton (“Batman”, 1989; “Batman Returns”, 1992) y Christopher Nolan (La trilogía de “Dark Knight”, 2006, 2008 y 2012).
Si bien el desarrollo del Universo Cinematográfico de DC ha sido errático, y no ha conseguido tener la unidad argumental que ha logrado su homóloga Marvel, varias de las producciones aisladas basadas en los superhéroes de estos cómics, son verdaderas joyas del cine. Este es uno de esos casos.
Ambientación
La sordidez con que es reflejado el universo en el que se mueve Batman, esa Ciudad Gótica decadente, inmensamente corrupta, tiene una fuerza brutal en esta adaptación del personaje creado por Bob Kane y Bill Finger, y que vio la luz en 1939.
En ese sentido, el diseño de producción juega un papel importantísimo a la hora de mostrar un ambiente sucio, una característica que también tendrá el personaje principal, encarnado por un excelente Robert Pattinson, de quien esperamos que por fin logre salirse de la sombra del infame vampiro Edward Cullen, de la saga “Twilight”.
Un estigma que lo acompaña, pese a que su filmografía está poblada de filmes en los que ha ido buscando mostrar la valía que entiende poseer, con cineastas de prestigio entre ellos David Cronenberg, Werner Herzog, o Christopher Nolan, en producciones que lo alejan del símbolo sexual con que la parte más banal de este arte quiere arrastrar a los actores que poseen belleza física.
En “The Batman” interpreta a un Bruce Wayne/ Batman, violento, amargado, iracundo, movido por la sed de venganza que arrastra desde que presenciara el asesinato de sus padres. Un detalle que Reeves maneja con sutileza, y no lo vuelve a retratar tal cual sino que hace un símil con uno de los asesinatos que comete el villano de esta cinta.
La motivación de querer limpiar a Gotham de la inmundicia criminal en que se encuentra sumida, lleva a Batman a ser el justiciero anónimo que aún no ha adquirido la calidad de héroe, siendo la única esperanza de una ciudad perdida.
Su voz en off al principio de la cinta, hace saber al espectador que lleva dos años siendo Batman, y esta aventura marcará desde ahora el inicio de la estela de archienemigos que aquí inaugura el Acertijo, un sobresaliente Paul Dano (sobre todo en la conversación con Batman, casi al final del metraje), con ese aspecto de ser inofensivo y retraído, el mismo que tienen muchos asesinos en serie de la realidad.
Fotografía
La oscuridad con que Reeves ha manejado la actuación de Pattinson, se mueve también en la historia, que transcurre casi por completo de noche y en medio de la lluvia.
Aquí juega un papel importante la fotografía de Greig Fraser (cuyo trabajo en “Dune”, de Denis Villeneuve, es impresionante), al crear la conveniente escasa iluminación de la Gotham que ha creado James Chinlund (“War for the Planet of the Apes”), diseñador de producción.
Una trama, envuelta en decorados góticos y recargados, pero que posee la estructura de un thriller de detectives, con aires de “film noir” (Femme Fatale incluida en la Catwoman de Zoe¨ Kravitz) en el que un “serial killer” está eliminando a los corruptos más poderosos de la ciudad. Todo ello aupado en la abrumadora partitura de Michael Giacchino, y la depresiva «Something In The Way» de Nirvana.
Este es seguido por un deductivo Batman, que presta su ayuda al teniente James Gordon (Jeffrey Wright), en una relación que recuerda a la que llevan Sherlock Holmes y el inspector Lestrade, el agente de Scotland Yard que en las obras de sir Arthur Conan Doyle, busca la ayuda del famoso detective en los casos complicados.
Es por esto que cuando se anunció la línea que seguiría esta nueva adaptación, se explicaba que se destacaría el aspecto detectivesco del personaje, y lo han conseguido, al recrear la historia más como una cinta de detectives que como una de superhéroes.
“The Batman” se aleja de la luminosidad de las relajadas obras del Universo Cinematográfico de Marvel, para alcanzar una estética ruda, violenta y oscura, que no busca el chiste para aflojar las escenas de tensión, sino que lleva a los personajes al extremo, un camino que parece ser el mejor a la hora de adaptar estos personajes, y no moverse al son de lo que le ha dado resultado a su competidora.