Solo una cosa, durante diez días, tenía en mente todo el personal de la Corporación Minera Dominicana (Cormidom): Salvar a sus dos compañeros de trabajo, a sus dos amigos.
Carlos y Gregory. Gregory y Carlos. Los dos hombres que por los infortunios de la vida quedaron atrapados en el interior de la mina Cerro Maimón y cuyas historias movilizaron la solidaridad del pueblo de Canadá, de los vecinos en Monseñor Nouel y todo un país que cada día estuvo siguiendo los pormenores de los trabajos de rescate.
El geólogo dominicano, Osiris de León, parte del equipo técnico de rescate, expresó que el domingo 31 de julio, fecha en el que los dos hombres quedaron atrapados, un equipo logístico diseñó un plan con el objetivo identificar el lugar donde estaban, la foliación de este y el tipo de roca a la que se enfrentaban, para así saber los pasos a seguir y poder salvarlos.
Fue diseñada una galería perpendicular a la foliación, para que esta no se derrumbada, lo que se logró ya que según el especialista desde que ocurrió el hecho hasta el día de ayer no se registraron derrumbes, lo que les permitió avanzar el trabajo. Uno de los temores en el equipo técnico era precisamente otro derrumbe o desplome en la zona, situación que los habría retardado por más tiempo para lograr el rescate.
¨Si se hubiese derrumbado en uno de los segmentos hubiéramos perdido uno o dos días en cada derrumbe, pero afortunadamente la galería fue avanzando todo el tiempo perpendicular a la foliación, lo que permitía que la galería estuviera íntegra¨, explicó de León jubiloso, al ya tener a los mineros en la superficie.
El plan fue limpiar la galería colapsada y abrir una nueva, por lo que después se le solicitó al presidente Luis Abinader dos tuneladoras de diferentes tipos para el día en el que llegaran al lugar en el que estaban los protagonistas de la historia.
Una de las tuneladoras fue usada para rocas suaves, mientras que la otra era útil en rocas duras, por si la roca derrumbaba los últimos cinco metros, por lo que fueron avanzando con cuidado y reduciendo la cantidad de avance y tiradas, algo que junto a otras maquinarias que se usaron fue eficiente en el proceso.
También explicó que la información de que podrían tardar seis semanas se originó porque se calculó un tiempo considerando las situaciones más adversas que se pudieran presentar.
¨En todas partes del mundo ocurren este tipo de cosas siempre, esta situación es un aprendizaje para las empresas, para el gobierno, para los operadores y para la sociedad. Todos hemos aprendido algo de esto ¨, agregó.
Respecto al momento en el que los mineros fueron rescatados comentó que ante el éxito de verlos salir caminando por sus pies todo el equipo les aplaudió y derramó muchas lágrimas. Ahora, con la labor ya concretada, rememora que ponerse en el lugar de Yépez y Méndez les ayudó a realizar un buen trabajo.
¨Sentimos la mayor satisfacción que puede experimentar un ser humano, ayudar a salvar dos vidas, porque cuando uno está trabajando un rescate no piensa en los que están ahí, sino en cómo sería si fuéramos nosotros mismos y en cómo quisiéramos que nos sacaran¨, dijo.
Adicionalmente, aprovechó la ocasión para recomendar a las empresas mineras evaluar bien las calidades de las rocas antes de abrir galerías, sin importar que estas sean de servicio o de producción.
Con el fin de solucionar el problema que produjo el colapso de una roca, la logística de rescate preparó otros planes. El ¨b¨ fue contactar un equipo de rescate canadiense por si se les dificulta el mismo a último momento y el ¨C¨ que fue solicitar tuneladoras al gobierno dominicano.