¿Donald Trump está solo en Nueva York? Un puñado de seguidores acudieron este viernes a darle su apoyo ante la Fiscalía del Distrito de Manhattan, donde las fuerzas del orden se encuentran en estado de alerta por la posibilidad de disturbios.
Con el recuerdo vivo de los disturbios del 6 de enero de 2021 cuando miles de seguidores irrumpieron en el Capitolio en Washington, la policía neoyorquina blindó el edificio de la Fiscalía de Manhattan y la Torre Trump en la 5ª Avenida, donde periodistas de medio mundo acechaban el más mínimo movimiento.
«Los agentes están en alerta y el departamento está listo para responder en cualquier momento y garantizará que cada persona pueda ejercer sus derechos pacíficamente», asegura un comunicado enviado a la AFP en el que precisa que actualmente «no hay amenazas creíbles» en Nueva York.
En total, tres seguidores aparecieron en la tarde del viernes ante las oficinas del fiscal Alvin Bragg, que la víspera imputó al magnate, el primer expresidente que tendrá que sentarse en el banquillo de la justicia.
«Rendición de cuentas»
Aunque los cargos están sellados, Trump está acusado en un caso de pago de 130.000 dólares a una actriz porno en la recta final de las elecciones de 2016 para comprar su silencio sobre una supuesta relación extramatrimonial diez años antes, lo que el magnate siempre ha negado.
En la Torre Trump, una docena de detractores se congregaron para pedir la detención del republicano, que el jueves comparecerá ante un juez. Como a cualquier otro acusado, le tomarán sus huellas dactilares y las fotos de rigor para la ficha policial.
«Nadie está por encima de la ley», recuerdan sus detractores. Un mensaje en el suelo con tiza rezaba: «Rendición de cuentas».
«Enciérrenle y … boten la llave», decía otra pancarta, mientras otro conocido del lugar, Neil Greenfield, con una máscara imitando el peinado y la cara del magnate, posaba con algún seguidor de Trump tras una pancarta de apoyo a los comicios de 2024.
«Vergüenza»
Para Susan -no quiso dar su apellido-, abogada de 60 años y votante del multimillonario, no tanto por su personalidad sino por su accionar, la imputación de Trump tiene una «motivación política» ya que considera que el delito que se le imputa es «menor».
Y esto le «avergüenza» porque equipara la justicia estadounidense con otros países que tienen «sistemas judiciales politizados», dijo a la AFP.
Mary Fish, de 50 años, pide reducir la crispación entre defensores y detractores del magnate republicano bien colocado en las primarias del partido para aspirar de nuevo a la Casa Blanca en los comicios de 2024.
«Realmente ya es hora de que empecemos a buscar lo que tenemos en común y lo que nos traiga más paz para el mundo y para Estados Unidos», dice a la AFP en las inmediaciones de la Fiscalía que dirige Alvin Bragg.
«Todo el mundo está atrapado en los pequeños detalles» y se necesita una «foto amplia», dice antes de agregar que le gustaría que la gente pensara más en un «país unido, que nuestros hijos estén seguros y nuestro dinero también» que en divisiones políticas. «No se trata de una persona, son los valores», concluye.
«Cabeza agachada»
Tras escuchar la noche anterior las noticias que irrumpieron como una bomba en los medios estadounidenses de que un gran jurado votó a favor de la imputación del expresidente (2017-2021), abriendo el camino para que el fiscal Bragg lo inculpara formalmente, tres amigos de San Sebastián (norte de España) se dieron cita para echar un vistazo al ambiente frente a la Fiscalía, antes de empezar una visita guiada por el barrio chino donde está situada.
«Se nos hace extraño» ver a un expresidente imputado, dice Pilar Baños, de 72 años. «El hecho de que le metan en el coche con la cabeza agachada le da protagonismo y votos porque a mucha gente le parece una injusticia», predice.
El magnate denuncia una «caza de brujas» y la instrumentalización de la justicia por los demócratas.
Su equipo de campaña anunció que en 24 horas el candidato recaudó 4 millones de dólares tras la imputación.