Singapur celebra este sábado su primer Día del Orgullo tras la despenalización del sexo homosexual el pasado noviembre con una convocatoria para reivindicar la inclusión de «todas las familias» en la ciudad-Estado asiática.
La cita, organizada anualmente por la oenegé en defensa de la comunidad LGTBIQ Pink Dot (Punto Rosa), congregó a cientos de personas en el parque Hong Lim de la isla, el único lugar en el que están permitidas las manifestaciones y este tipo de convocatorias en el país.
Como en años anteriores, la indumentaria de color rosa predominó entre los asistentes, en su mayoría oriundos de Singapur o residentes permanentes -los únicos a los que las autoridades permiten participar-, y el ambiente mezcló el toque festivo con la demanda de políticas en favor de la inclusión del colectivo LGTBIQ.
Se trata de un encuentro especial este año, después de que el pasado noviembre el parlamento de Singapur revocara la ley que penaliza el sexo homosexual, la llamada sección 377A, herencia del periodo colonial británico y aún vigente en las vecinas Birmania (Myanmar) y Malasia.
En vigor en Singapur desde 1938, la ley contemplaba penas de hasta dos años de cárcel para hombres que «cometan actos de grosera indecencia» con otro hombre, y, aunque llevaba años sin aplicarse, su derogación se consideró el fin de la criminalización de la homosexualidad en el país de forma efectiva.
Tras años con el foco puesto en demandar la anulación de la 377A, los organizadores se centraron en esta edición en reivindicar la inclusión de todas las familias, después de que en la misma votación en la cámara baja en noviembre se aprobara en paralelo una enmienda constitucional para blindar el matrimonio como una unión exclusivamente heterosexual.
Pink Dot, que celebra este año sus 15 años de existencia y es el mayor grupo en defensa de los derechos LGTBIQ en Singapur, lanzó un vídeo promocional antes de la cita llamado «Celebrando a Todas las Familias» con llamamientos tanto a la sociedad como al Gobierno isleño, liderado desde la independencia en 1965 de forma semiautocrática por el Partido de Acción Popular (PAP).
«¿Qué pasa si alguien a quien amamos no encaja en el molde?», «¿Qué pasa si el amor que necesitamos para sostenernos trasciende el género y las generaciones?», «¿Qué pasa si una familia es definida por el amor además de por las tradiciones?», interpela.
«En Pink Dot celebramos todas las familias en toda su diversidad. Demos un paso al frente por un Singapur más inclusivo en el que todas las familias encuentren su sitio», concluye el vídeo, que se ha divulgado en inglés y en los otros tres idiomas principales de la isla: mandarín, malayo y tamil.
Según la encuesta LGTBIQ de la consultora global IPSOS, el 55 por ciento de los entrevistados en Singapur aseguraron estar a favor de que las parejas del mismo sexo tengan algún tipo de reconocimiento legal y el 57 por ciento consideraron que deberían poder adoptar, mientras el 32 por ciento apoyó directamente el matrimonio homosexual.